El análisis de las aguas residuales de la estación depuradora de Cuenca revela un «aumento significativo» de la presencia del SARS-CoV-2 en la ciudad. Los datos que acaba de dar de conocer el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico revelan que del 28 de marzo al 3 de abril, de Domingo de Ramos a Sábado Santo, la cantidad de coronavirus se incrementó un 1,05 unidades logarítimicas, lo que se encuadra dentro del rango de subida más alto en la clasificación del organismo gubernamental.
Desde que a mediados de julio se toman muestras de las aguas residuales de Cuenca y se analizan semanalmente para saber si tienen el virus y en qué proporción, solamente en otras tres ocasiones se había detectado «un aumento significativo». Fue del 23 al 29 de agosto; del 20 al 26 de septiembre; y del 3 al 9 de enero. Todos ellos períodos que anticiparon un repunte en los contagios confirmados por PCR, especialmente en el último período con la eclosión plena de la denominada tercera ola.
El virus que se localiza en las aguas procedentes de los desagües e inodoros de los hogares y empresas conquenses -restos con material genético- no tiene capacidad infectiva pero sí que ofrece una información muy valiosa para testar la evolución epidemiológica en la ciudad.
De las 38 EDAR (estaciones depuradoras de aguas residuales) analizadas en toda España, son seis las que muestran ese crecimiento acusado. Además de en Cuenca el fenómeno se da en las de La China (Madrid), San Román (Santander), Valladolid, Arroyo de El Soto (Móstoles) y Lagares (Vigo).
En Guadalajara, ciudad que la semana pasó a Nivel 3 de medidas especiales tras un aumento significativo de la incidencia y de los indicadores hospitalarios, los resultados de la última semana reflejan una situación de estabilidad, al igual que en el período anterior. Sin embargo, en los datos del 14 al 20 de marzo ya advirtieron de «un crecimiento significativo», un adelanto de la multiplicación de las infecciones y hospitalizaciones que vendrían en las jornadas siguientes.
