La Policía Local propone una rotonda completa sin semáforos en la unión de Hermanos Becerril, Sándalo y Orégano

José Vidal Tejeda, jefe del Cuerpo, también apunta a la conveniencia de suprimir uno de los pasos de peatones de la Plaza de la Hispanidad y defiende que Cuenca es una ciudad relativamente cómoda para conducir

La Policía Local ha propuesto al Ayuntamiento de Cuenca que la semirrotonda con semáforos en la que confluyen las calles Hermanos Becerril, Sándalo y Orégano se cierre y se convierta en una rotonda funcional. José Vidal Tejeda, jefe del Cuerpo, explica en declaraciones a este periódico que la petición se vienen formulando desde hace años y, aunque admite las dificultades urbanísticas para acometerla, considera que incrementaría la seguridad vial. El punto está dentro del eje que más accidentes de tráfico suma dentro de la ciudad y en él se han registrado varios sucesos. «Es que ahí hemos tenido hasta muertes», resalta.

El actual responsable de los policías municipales señala que «por agilidad del tráfico y seguridad, queremos que con esa rotonda tarde o temprano se haga como se ha hecho en el resto» y destaca que la «prueba» de la idoneidad de ese criterio es que «en los accidentes en Hermanos Becerril tenemos más heridos y en la Ronda Oeste, menos». Aunque en la ruta de circunvalación hay más accidentes, estos tienen menor lesividad «porque si hay una colisión entre dos vehículos es tangencial, no perpendicular». En los supuestos de salidas de vía «siempre se va a salir hacia la acera o hacia el obstáculo que supone en sí la rotonda, pero no supone normalmente un accidente de gravedad». Por el contrario, «si tú te saltas un semáforo y tienes la mala suerte de coincidir con otro conductor, la colisión es frontolateral, que son las peores junto a las frontales, las que más heridos graves y fallecidos causan».

Por ello insiste en canalizar el tráfico para que incluso en el centro «haya menos semáforos, lo que significa que los cruces y rotondas funcionan de manera autónoma, más fácilmente», con la consiguiente agilización.

Pasos de peatones en la Plaza de la Hispanidad

Tradicionalmente, a lo largo de diversas Corporaciones, desde la Policía Local se han propuesto a la Concejalía de Tráfico modificaciones en la distribución de los itinerarios de peatones y conductores, ideas nacidas de observación diaria y de los datos de las intervenciones. «No cambiamos por capricho, cuando vemos que hay algo que se puede modificar lo comunicamos al concejal y el asunto va a la Junta Local de Gobierno o, si la obra es de mucha infraestructura, incluso al Pleno», ilustra Tejeda.

«Una de las modificaciones que, por ejemplo, se ejecutó en base a nuestra insistencia en informes fue el cambio en el semáforo que antes estaba en la puerta de Mora, en Fermín Caballero. Se adelantó 50 metros dejando libre el acceso a Ramón y Cajal y eso ha supuesto un alivio tremendo en toda esa zona», evoca.

Una de las propuestas que han trasladado y que al menos por el momento no se ha atendido tiene que ver con el entorno de la Plaza de la Hispanidad. «En muy corto espacio de la calle tienes tres pasos de peatones, si me apuras, cuatro. Está José Cobo, la continuidad del espacio peatonal Carretería-San Francisco y luego está el cruce situado casi delante del antiguo Picadilly, que utiliza muchísima gente por inercia, pero que no tiene más comodidad. Ese es el que estamos proponiendo suprimir. Si tú quieres acceder a Carretería podrías hacerlo bien por José Cobo o la zona peatonal. Incluso se podría regular con un pulsador de peatones para ganar en seguridad del viandante. Canalizas por uno y otro lado y se reducirían retenciones que hacen consumir más gasolina, ganaríamos en agilidad», defiende.

«Una ciudad relativamente cómoda para conducir»

Concreciones al margen, el jefe de la Policía Local opina que «Cuenca sigue siendo una ciudad más o menos segura para conducir y relativamente cómoda». «Otra cosa- matiza- es que el ciudadano piense que un atasco de cinco minutos es el fin del mundo, cuando en otras ciudades un atasco solo se considera como tal cuando lleva media hora retenido el tráfico».

En esa línea, apunta que «independientemente de hora punta o no, ir del Alcampo al Centro Comercial El Mirador no te va a llevar más de quince minutos atravesando el centro de la ciudad, sin utilizar la Ronda Oeste, que sería lo aconsejable. Son tiempos más que aceptables, pocas ciudades pueden decir eso».

Concede que «luego está la percepción que cada uno tiene» y pone como ejemplo la organización de la circulación junto a la Delegación de Sanidad, en Ramón y Cajal, que sigue generando controversia. Defiende que con el modelo aplicado las retenciones se limitan a una calle y no a varias como sucedía antes («llegaban a Calderón de la Barca los atascos») y que más allá de las estampas que se pueden ver, los vehículos que tienen que parar en ese punto no han de detenerse de media más de cuatro minutos para poder salir y continuar su marcha.