Una vecina de la pedanía de Tondos, que ha pedido no ser identificada, ha denunciado lo que considera abandono durante toda la borrasca Filomena de este núcleo perteneciente al Ayuntamiento de Cuenca.
Según ha relatado, la veintena de habitantes que allí habitan en invierno han estado aislados en sus casas, porque ningún servicio público se ha acercado a retirar nieve, con muchas dificultades para acceder a las furgonetas que se acercan a vender el pan y comestibles que es su única forma de abastecimiento ‘in situ’.
Estos vehículos no podían acceder a las calles del pueblo, se tenían que quedar a la entrada y los vecinos acercarse hasta ellos con el riesgo que supone caminar sobre el hielo; ayer una persona de 83 resbaló en el hielo y se fracturó la cadera, quizás este hecho lamentable fuera el desencadenante de que una quitanieves llegara hasta la plaza y limpiara, «pero en el resto de las calles no hizo nada», se queja esta vecina, quien asegura estar harta, como el resto de los vecinos de esta situación, ya que en el caso de haber necesitado una ambulancia ésta no hubiera podido acercarse a ningún domicilio. «Hoy por fin se han acercado a esparcir sal», ha añadido, pero han sido muchos días sin ninguna atención municipal.
La sensación de desamparo que sufren los habitantes de Tondos se alarga en en tiempo y se extiende a otros servicios básicos; «desde que empezó la pandemia estamos sin médico, tenemos que ir a Chillarón o a Cuenca; no nos llegaron mascarillas y para que desinfectaran las calles tuvimos que llamar muchas veces».
El estado de los espacios públicos no es mejor, a juicio de esta vecina «sólo vienen a limpiar antes de las fiestas y porque viene el alcalde de turno». El parque sólo cuenta con dos balancines y un tobogán que tienen más de 15 años; cuando cambiaron las bombillas del alumbrado públicas en alguna farola ya ni pusieron la nueva y está sin luz.
