De Quinto mantiene la petición de penas de cuatro años para los acusados y la defensa solicita la absolución

La acusación también reclama 6.000 euros de indemnización al entender que se perpetraron tres delitos de coacciones graves, injurias y contra los sentimientos religiosos

Fotos:Esteban de Dios

La defensa de los tres acusados por el ‘escrache’ que sufrió el exvicepresidente de Coca-Cola, Marcos de Quinto, el día de su boda en Cuenca, ha pedido este miércoles la libre absolución de sus representados al entender que existió «un fallo a la hora de identificar a los acusados». Mientras, la acusación ha mantenido su pena de prisión de 4 años y 6.000 euros de indemnización al entender que se perpetraron tres delitos de coacciones graves, injurias y contra los sentimientos religiosos.

Durante el juicio celebrado en el Juzgado de lo Penal numero 1 de Cuenca, los dos abogados de la defensa han expuesto que los tres acusados sentados en el banquillo «en ningún momento fueron identificados por la Policía en la Plaza Mayor de Cuenca, sino que los identificó el gabinete jurídico de Coca-Cola».

Además, han incidido en que una de las acusadas se estaba manifestando en Cuenca «en su derecho a la libertad sindical» y que la concentración «tenía el fin de reivindicar derechos laborales». «Si condenamos a los acusados por coacciones, también se debería condenar tanto a Subdelegación del Gobierno como a la Policía por cómplices, porque según Fiscalía se permitieron actos delictivos», ha argumentado la defensa.

A su juicio, «el acto más violento que hay, subjetivamente, es de alguien que golpeó un coche al final de la boda, para pedir 4 años de cárcel. Si lo queremos acreditar, habría que haber traído algunos daños en el vehículo, y no se ha traído nada a este juicio», ha aseverado.

Por último, creen que deberían haberse llevado más testigos al juicio «por ejemplo para probar el delito contra los sentimientos religiosos, por el que tenía que haber compadecido el sacerdote que ofició la misa». «Entendemos que para Angélica -la mujer de De Quintos- fue duro que le estropeasen el día más importante de su vida, pero más duro es para los acusados que se les estropearan toda su vida con los despidos», han argumentado los defensores de los acusados, que han agregado que «si se pudo celebrar la boda, aquí no hubo ninguna coacción».

Indemnización «simbólica»

La Fiscalía no ha hecho variación a su informe de calificación, pidiendo los 15 meses de multa, a razón de 1O euros diarios, que ascendería a una multa total de 4.500 euros por un delito de coacciones leves. Por su parte, el abogado de De Quinto ha pedido que se les acuse por hasta tres delitos, que son coacciones graves, injurias y contra los sentimientos religiosos. En total, piden hasta 4 años de cárcel para cada uno y una indemnización «simbólica» para la pareja de 6.000 euros «porque el ánimo de lucro es cero».

Para la acusación, «ha quedado acreditado que los tres acusados tuvieron implicación directa, quedando claro que no estamos ante una manifestación pacífica, sino ante un hostigamiento cruel en un día tan importante como es el de una boda». «La actuación de los tres acusados supera los límites constitucionales de la libertad de expresión y la libertad de reunión», ha entendido la acusación, indicando que «aunque ahora los tres han cambiado su aspecto físico, han sido reconocidos en este juicio». A su juicio, haber estado durante tres horas interrumpiendo tanto el paso de los invitados como de la ceremonia en el interior del templo con proclamas que podían escucharse en el interior, «ha de merecer un reproche penal».

La abogada de Angélica Santos ha defendido en la misma línea que «la manifestación no fue para nada pacífica», y que el hecho de que la Policía «no pidiera ni DNI a la gente ni hubiera multas» es «irrelevante». A su entender, «se profirieron insultos graves, se alteró el orden público, de desobedecieron las órdenes de los agentes de no traspasar el cordón policial».

Al mismo tiempo, ha dicho a la juez que «las palabras contra Angélica eran «vejatorias» pues decirle a una mujer que tiene nuez, «equivale a atentar contra su condición sexual». De esta forma, ha reiterado los tres delitos y misma pena que la defensa del exvicepresidente de Coca-Cola.

Declaraciones de los testigos

Por la sala han pasado un total de tres testigos. El primero de ellos ha sido el comisario provincial de la Policía Nacional, Manuel Laguna, quien ha incidido desde el inicio que él acudió a la boda en calidad de invitado institucional y no como persona al mando del operativo montado en el exterior.

Ha relatado que, en la Plaza Mayor, ese día, «los manifestantes portaban equipos de sonido de grandísima potencia», a través de los cuales «pusieron la música de ‘El padrino’ y hacían arengas e insultos muy graves a los contrayentes», como el calificativo de «terrorista» a De Quinto y a Angélica Santos «que tenía nuez». Todo esto, dentro de la Catedral «también era audible» por lo que «no se pudo escuchar a la novia cantar».

Laguna ha narrado que, al término de la boda, él se situó en la parte superior de las escalinatas y vio cómo cuando salieron los recién casados «hubo manifestantes que se dirigieron sobre el coche y golpearon la puerta». Por último, ha indicado que «le consta» que la Policía pidió «en varias ocasiones» que se bajara la música que tenían puesta y que «no se pidió sancionar a nadie porque la competencia en materia de ruido es de la Policía Local».

También ha comparecido la responsable de la organización de la boda, quien ha relatado que cuando llegó «vio un grupo de en torno a 40 manifestantes». Ha reconocido que no se acordaba bien de todos los insultos que se profirieron, «pero sí de que al señor De Quinto se le llamó terrorista y a la novia se le dijo desde travestí hasta puta».

Estuvieron también gritando que estaban dispuestos a hacer «cualquier cosa para joder la boda» y ha reconocido que «hubo muchas cosas planteadas que se tuvieron que cancelar o modificar». Ha relatado también que cuando salieron los novios de la Catedral vio como los manifestantes «fueron hasta el coche de De Quinto y lo golpearon», reconociendo a uno de los acusados como uno de los integrantes de ese grupo.

El último de los testigos ha asegurado que vio «todo lo que ocurrió». «La situación estaba muy tensa, pedí a De Quinto que no saliera a recibir la novia, porque estaba la cosa de esa forma», ha relatado. También ha incidido en que «se escucharon intimidaciones e insultos hacia los novios, desde hijo de puta a explotador hasta haciendo parecer que Angélica era un señor y no una señora».

Por último, ha afirmado que dentro de la Catedral «también se escuchaba el ruido de la calle, cosa que desconcentró a Angélica cuando cantó, ya que lo hizo con interrupciones», aunque no ha podido reconocer a ninguno de los acusados. «Recuerdo ver a un señor con barba, pero no a ninguno de estos», ha declarado.

Visionado de los vídeos de la boda

Tras un receso, se ha procedido al visionado de videos de cámaras de seguridad del día de la boda. En ellos se ha podido ver y escuchar a los manifestantes dirigiéndose a los directivos de Coca-Cola en términos despectivos o frases como «esta gente tiene dinero y no quiere soltarlo del bolsillo».

Del mismo modo, la jueza ha podido escuchar los cánticos relatados en el escrito de la Fiscalía, como «la brasileña tiene mucha nuez», «hemos venido a joder la boda y el resultado nos da igual» o «Fuenlabrada no se quema» -en relación con la planta de embotellado que hay en la localidad- o «te quedan 3 o 4 años junto a él».

Acto seguido, se han reproducido una serie de vídeos desde el interior de la Seo conquense, en los que se ha podido escuchar cómo se oía el bullicio del exterior dentro del templo a la hora que Angélica iba a cantar. Con todo, el juicio ha quedado visto para sentencia.