A sus 25 años, la joven conquense Alba Vicente Olmo dispone de un brillante currículum laboral cuya última etapa pasa por Inditex, una de las principales empresas multinacionales a nivel internacional. Previamente, ha trabajado en el gigante tecnológico IBM y en CaixaBank donde empezó tras completar sus estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones en la Universidad Politécnica de Valencia como primera de la promoción 2015-2019. Todo empezó en el conquense instituto San José donde descubrió una vocación tecnológica que ha venido aderezada de diferentes galardones y reconocimientos como el Premio McKinsey «Next Generation Women Leaders”, WONNOW de Caixabank y Microsoft Ibérica, en un proyecto de data mining y machine learning o en la XIII edición de los Premios COITT en la categoría de “Futuro de las Telecomunicaciones – Sistemas electrónicos” por su Trabajo Final de Grado. Apasionada por el mundo de los datos y su utilidad, está convencida de que permitirán avances sociales aunque plantea de necesidad de una regulación efectiva para evitar un uso ilícito. Pese a su juventud está convencida de la existencia de un techo de cristal en la ciencia «aunque cada vez estamos mas cerca de romperlo».
¿Cuál es tu ocupación laboral en estos momentos?
Justo hace un mes he empezado a trabajar en Inditex. Actualmente vivo en Galicia. Básicamente. Mi rol es de ingeniero de Datos y Business Intelligence. La idea es hacer organización, modelado, limpieza y estructurado de los datos para luego poder sacar concusiones a partir de ellos.
Aunque sea una generalización, ¿Estás trabjando con ‘big data’?
Sí, se podría calificar así porque el volumen de los datos que que gestionamos es muy grande. Pero realmente mis tareas son de ingeniería de datos.
¿Se revela siempre en realidad para qué se utiliza el ‘big data’? ¿Se dice siempre toda la verdad sobre el uso de los datos por parte de las empresas?
Es verdad que el concepto de big data se ha generalizado tanto que es un poco abstracto. Cuando dices que «hago big data» puedes referirte a muchísimas cosas.
¿Nos puedes poner en antecedentes? ¿Cuál es tu experiencia laboral anterior?
Empecé en el mundo de la investigación en la Universidad Politécnica de Valencia, en un grupo dedicado a temas de tecnología nanofotónica. Se trataba de investigación pura y dura dedicada a la telecomunicaciones. Me gustaba pero no me convencía del todo. Decidí introducirme en el mundo laboral y conseguí un primer trabajo en CaixaBank, en el departamento de ciberseguridad donde estuve realizando tareas relacionadas también con análisis de datos. De ahí, fui a IBM donde mi rol estaba orientado al Cloud Computing, que es un concepto que está muy a la orden del día, y gestión de sistemas. Ahí me di cuenta que lo que más me gustaba era el mundo de los datos y de ahí es desde donde he pasado a Inditex, mi actual trabajo.
«Es necesario regular tecnologías que avanzan tan rápido como la inteligencia artificial para evitar un uso ilícito»
¿Qué valoración puedes hacer de este periodo, aunque sea corto, en una de las empresas más potentes a nivel mundial?
Sinceramente, la valoración es muy, muy positiva en todos los sentidos. A nivel de cómo la empresa cuida al empleado es una pasada. Me han dado un monto de facilidades para irme a Galicia, el trato, lo pendientes que están de ti…La verdad es que hacen que estés a gusto. Y profesionalmente también creo que es un salto muy bueno para mi y una buena oportunidad para aprender porque son muy buenos. Técnicamente es gente muy buena y que trabaja mucho a unos ritmos bastante elevados e intensos pero sin quedarte trabajando hasta las tres de la mañana. Creo que voy a poder aprender un montón. Y luego, a nivel de negocio, son líderes a nivel internacional.
El campo de las telecomunicaciones fue un área de conocimiento muy valorada en las décadas anteriores ¿Cuáles son sus perspectivas en la actualidad? ¿Su importancia va a más o menos?
Por supuesto, a más. Lo estamos viendo. Sobre todo a raíz del coronavirus cuando hemos visto que la intercomunicación es fundamental para estar relacionados. No sólo creo que va a más sino que, poco a poco, van a surgir nuevas tecnologías que seremos los ‘telecos’ quienes las tendremos que gestionar.
¿Cuáles crees que pueden ser esas áreas tecnológicas en expansión?
Todo lo que tenga que ver con datos y cómo sacamos valor de esos datos es una línea que va a influir mucho. Sobre todo, relacionándolo con la inteligencia artificial, el Machine Learning (aprendizaje automático)…todos estos algoritmos de predicción o forecasting…Esa línea va a ser superimportante. El concepto de inteligencia artificial está a la orden del día pero no muchas empresas están extrayendo valor de verdad de este tipo de iniciativas. Las empresas están invirtiendo mucho en desarrollar proyectos de este tipo pero, luego, no están siendo completamente rentables. Creo que, en un futuro, una línea que seguro que se va a mejorar mucho es incluir este tipo de tecnologías para generar unos beneficios para las empresas. Otras tecnología que parecen muy interesantes son todas las que tengan que ver con Block Chain (cadena de bloques) que es la tecnología en la que se basa Bitcoin. Ahí hay bastante potencial. Es una tecnología en busca de aplicaciones. Muchas veces tienes una necesidad y a partir de ella generas un tecnología. En el caso del Block Chain es al contrario. Se encontró la solución y ahora estamos viendo que se puede aplicar a un montón de cosas diferentes como en temas de trazabilidad, bitcoin…
«El acceso a la información no te hace mejor pero te da más oportunidades»
En materia de telecomunicaciones y uso de datos sus consecuencias trascienden el ámbito científico o técnico para alcanzar el ético o filosófico. La disponibilidad de masiva de datos puede ser utilizada para bien… o para mal.
Totalmente. Y eso es muy importante tenerlo en cuenta porque ha pasado ya muchas veces en la historia. Sacas una tecnología al mercado sin regular, sin pensar en su uso y luego la gente lo utiliza para fines que no se esperaban y que son completamente ilícitos. En los orígenes de la Deep Web (Internet profunda) el objetivo inicial era la privacidad, sentir que la gente podía navegar de forma segura sin que nadie le monitorizase. Se sabe de gobiernos que monitorizaban a personas concretas. Y luego mira para lo que se ha utilizado…Es muy importante, antes de que lleguemos al boom de la inteligencia artificial, vehículos autónomos…regular y tener muy claro qué se puede hacer y que no. Realmente espero que se lleve a cabo porque la velocidad de desarrollo de estas tecnologías es tan rápida que la gente que hace las normas muchas veces no llega a tiempo. Es muy importante hablar de ética y espero que se lleve a cabo.
Estamos saliendo de una pandemia, tenemos un guerra en el corazón de Europa…¿Qué papel pueden aportar las telecomunicaciones en un futuro inmediato?
La intercomunicación en primer lugar. Durante la pandemia fue clave poder hablar con nuestra familia aún no estando cerca. Ahora con la guerra también, tanto para las personas que sufren la guerra como para estar informados sobre el conflicto y saber qué está pasando. Pero también creo que las telecomunicaciones van a ser clave para permitir el acceso a la información que, en este siglo, es lo que más valor tiene. Es increíble pensar la cantidad de información a la que tenían acceso nuestros padres o abuelos…era ínfima en comparación a la que nosotros podemos acceder en actualidad.
¿Pero tampoco eso nos hace mejores, no?
Así es pero se trata de aprender a gestionarla. Sí creo que el acceso a esa información aporta más oportunidades. Ahora puedes formarte por internet. Hay muchos programadores o desarrolladores que no se han formado en universidades, de una forma convencional. Por eso creo que puede ser un gran aliado en estos tiempos.
¿No puede ser la dependencia tecnológica uno de los principales problemas de nuestra sociedad? Se puede dar la paradoja de que uno de nuestros activos como sociedad sea, a la vez, su talón de Aquiles…
Sí, sí…es contradictorio. Sí tenemos una dependencia muy grande hacia la tecnología. Pero tenemos una red tan extendida que no se me ocurre cómo, de repente, a nivel mundial se pueda acabar esto. Es algo tan extendido que seria muy difícil acabar con ello. Puede haber ataques puntuales a internet, por ejemplo, pero algo generalizado, no acabo de verlo.
«Existe el techo de cristal para la mujer en la ciencia pero cada vez estamos más cerca de romperlo»
Eres una mujer joven que procede a una ciudad pequeña trabajando en el área tecnológica al más alto nivel en empresas puntera ¿Los limites se los pone cada uno?
Totalmente de acuerdo con eso. Aunque también es cierto que las mujeres, socialmente, estamos más condicionadas. Y es así. La sociedad te manda una serie de mensajes que, por suerte es algo que está cambiando. Pero socialmente hay un mensaje que hace que muchas mujeres no estudien carreras técnicas. Sin embargo, al final, cada uno tomamos nuestras decisiones. Mi mensaje es que no te dejes guiar por lo que el resto del mundo piensa sino que cree en ti y en lo que verdaderamente te gusta. Yo nunca me paré a pensar que no puedo hacer una carrera técnica por ser mujer pero sí se de mucha gente que aún ve que es algo de chicos. Es un proceso de cambio de mentalidad que, poco a poco, está cambiando.
¿Has percibido la existencia del techo de cristal para la mujer también en la ciencia?
Sí, existe. Y está demostrado. Cada vez hay más mujeres que estudian carreras tecnológicas, que entran a trabajar en estas empresas pero se quedan en puestos intermedios. Hay muy pocas que lleguen a puestos ejecutivos, de dirección, CEO,…Y ese es el techo de cristal porque creo que el problema no es que no haya referentes y que históricamente en esas empresas todo sean hombres y la mujer piense que no puede llegar. También es una cuestión de las empresas de no retener el talento femenino. Al final, es cierto, que para llegar a esos niveles ejecutivos en una empresa se necesita tiempo. Una mujer cuando llega el momento de ser madre, está demostrado que la mayoría deja más de lado su trabajo. La solución puede pasar por establecer mecanismos de conciliación en las empresas para ayudar a que las mujeres no tengan que elegir.
«Los que hemos decidido estudiar una carrera más técnica nos hemos tenido que ir fuera de Cuenca»
¿Mantienes el contacto con tu ciudad? ¿Te lo permiten sus obligaciones laborales?
Antes cuando estaba en IBM en Madrid veía más a menudo porque estaba más cerca. Ahora desde Galicia es más complicado pero suelo venir para ver a la familia y la ciudad, que me encanta.
Entre tus amigos y amigas de Cuenca ¿Han tenido que salir fuera, continúan aquí?
Ha dependido mucho de las carreras que han decidido estudiar. Tengo amigos estudiando Derecho, AE, Trabajo Social que sí han encontrado aquí su lugar y hay trabajo para ellos. Pero todos los que hemos decidido estudiar una carrera más técnica nos hemos tenido que ir fuera. Y los que estamos en empresa privada nos hemos tenido que ir.
¿No está fácil para vuestra generación quedaros en vuestra ciudad?
No, en Cuenca a nivel privado y a nivel tecnológico pues hay muy poco. Y es así. Da rabia. Ojalá hubiese más cosas.
