Emiliano García-Page, presidente del Gobierno regional, no descarta que «en las próximas semanas» se pueda eliminar el cierre perimetral de la comunidad autónoma, permitiendo salir del territorio de Castilla-La Mancha o entrar en él con libertad, sin necesidad de acogerse a alguna de las excepciones que contempla el decreto del Estado de Alarma.
Según ha explicado el Page, para plantearse el levantamiento de ese ‘cierre de fronteras’ debería darse una condición previa, que «en las comunidades vecinas se haya producido una mejoría como la nuestra». Especialmente le preocupa Madrid «ya que supone el 80% de nuestra relación».
En una intervención tras un acto de visita a las obras del nuevo hospital de Cuenca, Page ha reivindicado que en Castilla-La Mancha han disminuido los contagios «porque no se ha mirado hacia otro lado y se han tomado medidas» a pesar de que supusieran «un desgaste político». Por eso cree que debe haber un grado de limitaciones similar en el conjunto del país «para contar con una red de seguridad» que propicie una mayor movilidad.
Page augura que «una época que tiene tanto que ver con el espíritu español como es la primavera y la Semana Santa», y a pesar de que se han suspendido celebraciones multitudinarias como las procesiones, se pueda desarrollar «con cierta normalidad y gestionarlo económica con inteligencia como ya sucedió durante el verano».
Los efectos del cierre perimetral dependerán, no obstante, de la normativa que rija en las comunidades de origen y destino. Por ejemplo, durante las Navidades la Comunidad Valenciana mantuvo la clausura de su territorio por lo que, aunque Castilla-La Mancha sí la había levantado parcialmente, ni los castellano-manchegos pudieron ir a la región mediterránea ni los valencianos venir aquí.
Salvo que haya un decreto autonómico que determine lo contrario, Castilla-La Mancha mantendrá el cierre de perimetral mientras esté vigente el Estado de Alarma, que fue prolongado hasta el 9 de mayo.
