En las residencias de mayores de la región hay 118 positivos de COVID-19 y han muerto 35 personas

Hay casos en 78 de las 400 residencias de la región y unas 700 personas aisladas para evitar el contagio

En la actualidad hay confirmados 118 casos positivos de COVID-19 en residencias de mayores de la región, con 35 personas fallecidas, según los datos que ha facilitado el consejero de Sanidad, Jesús Fernández. Ninguna de estas muertes se ha producido en las últimas 24 horas.

Un total de 700 personas permanecen aisladas y pendientes de test para evitar el contagio y hay 149 trabajadores afectados. De las 400 residencias sociosanitarias que existen en la región existen casos en 78.

Fernández ha recordado que desde hace días se viene trabajando en un plan de contingencia con un sistema de información que nos proporciona información en cada momento y que han puesto equipos asistenciales en las residencias que tengan casos y que así lo requieran.

Un coordinador por provincia

En cada una de las provincias se ha designado un coordinador para la dirección de este plan de contingencia, que se encargará de recopilar diariamente la información de los casos que se vayan confirmando, sobre la situación de la residencia, así como propuestas de mejora de atención sanitaria.
 
Las Gerencias de Área Integrada del SESCAM en las que se encuentran ubicadas estas residencias se encargarán de aportar los profesionales médicos y de enfermería para la prestación de la asistencia sanitaria durante las 24 horas del día en tanto permanezca activo el Plan de Contingencia. El resto del personal será aportado con la Consejería de Bienestar Social y por la propia residencia.
 
Los profesionales seleccionados por el SESCAM para prestar asistencia en estas residencias recibirán formación específica en este tipo de pacientes y en las medidas de seguridad que han de tomar así como en el manejo de equipos de protección individual.
 
Finalmente, ha indicado que el Servicio de Salud de Castilla-La Mancha va a asumir la competencia en el ámbito de los riesgos laborales y de atención a todos aquellos profesionales que trabajan en estas residencias, tanto a nivel preventivo como asistencial.