El Gobierno de Castilla-La Mancha retrasará el inicio del toque de queda a las 0:00 horas a partir de este sábado, 10 de abril, una vez hayan expirado las medidas especiales de Semana Santa que venían aplicándose desde el pasado 26 de marzo y que establecían la prohibición de movimiento no justificados en el tramo que va de las 23:00 a las 6:00 horas.
La consejera portavoz, Blanca Fernández, ha avanzado este miércoles en rueda de prensa la modificación de esta medida anti-COVID en un decreto que está en preparación, en el que también se establecerá que los establecimientos hosteleros deberán cerrar como máximo a las once de la noche.
Aunque no ha sido muy explícita sobre el contenido de las nuevas medidas, que se darán a conocer en los próximos días, sí que ha señalado que los aforos en bares y restaurantes se fijará en el 50% para los interiores y en el 75% para exteriores. Durante el período semanasantero se permitían agrupaciones un máximo de 4 personas en recintos cerrados y de 6 en terrazas.
Las reuniones de no convivientes en domicilios estaban prohibidas, una medida que previsiblemente se levantará también para volver a la situación actual en Castilla-La Mancha, en el que se recomendaba no mezclar grupos de convivencia pero se permitía hacerlo sin pasar de un máximo de 6 personas no convivientes.
Tampoco ha mencionado el cierre perimetral que, tal como está redactada la normativa autonómica, podrá durar mientras dure el Estado de Alarma, que esta prorrogado hasta el 9 de mayo y que el Gobierno de España «no quiere» prolongar más en el tiempo, según manifestó ayer el presidente, Pedro Sánchez.
