Son las 19.50 horas de un día ya normal de confinamiento en el municipio conquense de Talayuelas, de la Serrania Baja. La gran mayoría de los vecinos, algo más de 800, preparan las cazuelas para aporrearlas a las 20 horas y, de esa forma, hacer más patente su solidaridad con distintos sectores de la sociedad que, día a día, luchan a diario para combatir el coranovirus.
Los aplausos han dado paso a las cazuelas en Talayuelas y en la pedanía de Casillas de Ranera desde los primeros días de la declaración del Estado de Alarma, sumándose a los miles de españoles que rompen el casi silencio sepulcral de las calles.
Los vecinos han dedicado sus cazueladas a los niños encerrados en casa; a los trabajadores, dedicados a tener en los supermercados todo lo necesario; a los talayuelenses residentes fuera por trabajo, o por vivir en Valencia u otras poblaciones; a los Cuerpos de Seguridad y Fuerzas Armadas, y un poco más especial a la Guardia Civil, y suena por los altavoces el Himno de la Alegría, el pasodoble Campanera, Coldplay y otras canciones, según el día.
La alcaldesa, Emma Díaz, está satisfecha de la respuesta de los vecinos, y ha explicado que “la gente, sobre todo los niños, está deseando salir a las ocho de la tarde para saludarse con las cazuelas y escuchar un poco de música. Nos hace estar unidos en estos malos momentos. Es la excusa para salir, saludarnos y sentirnos cerca”. Ella es la cabeza visible del primer municipio conquense que se alcanza tras abandonar la Comunidad Valenciana, desde donde llegaron algunos talayuelenses y otros lugares.
“Sí, al principio subió bastante gente pero algunos se quedaron y permanecen en sus casas como el resto. Hay alguno que está yendo y viniendo, según me trasmiten quejas de los vecinos. La Guardia Civil ha tenido que actuar en un par de casos aunque primero lo hizo con advertencias”, ha indicada la primera regidora talayuelense.
El día a día en Talayuelas sigue. El polígono industrial, con 10 empresas, continúa activo y la alcaldesa continúa en contacto con sus concejales telemáticamente así como con los alcaldes de la zona, como los de Santa Cruz de Moya o el de Aliaguillla. “Hablamos y nos intercambiamos opiniones sobre la limpieza de calles, el teletrabajo del personal del ayuntamiento o qué hace cada uno con quienes vienen de fuera a sus casas del pueblo o segundas residencias. En esta situación todos tenemos claro que no hay ni debe haber colores políticos.
Lo cierto es que el día a día ha cambiado por completo. Como en muchos pueblos las celebraciones de la Semana Santa y de Pascua se han suspendido. No habrá procesiones. La Hermandad de la Virgen de la Soledad ha suspendido los actos.
La presidenta de la Banda de Música, Carol Pérez, ha manifestado que “el confinamiento ha dado lugar a dar las clases por ordenador, vía telemática. Es algo distinto pero nos estamos acostumbrando”. Esto es lo que hacen los casi 65 educandos de la banda, cuyos 25 músicos no podrán tocar sus instrumentos en los festejos religiosos y populares de la Semana Santa por quedar suspendidos, como en el resto de España. Los festejos tradicionales han quedado aplazados, como los de los quintos y otros.
Ahora falta conocer las decisiones del párroco de Talayuelas, el mismo de Aliaguilla, Casillas, Henarejos y Campalbo. O sea sí realiza iniciativas por redes sociales para los próximos días de la Semana Santa como se está haciendo en muchos municipios.
