Once personas murieron durante 2020 en la provincia de Cuenca por accidentes de trabajo. La cifra, que tiene en cuenta un deceso por COVID-19, es muy superior a las dos defunciones registradas en el año 2019, según se extrae de los datos publicados esta semana por el Ministerio de Trabajo y Economía Social.
Según el avance provisional de la estadística, en la provincia de Cuenca hubo en total 2.514 accidentes de trabajo durante 2020. De ellos, 2.463 fueron clasificados como leves, 40 como graves y los once mortales anteriormente citados.
Pese al descenso generalizado en el número de accidentes de trabajo, algo en lo que ha sido determinante el confinamiento, crece el número de accidentes graves y mortales. Y es que en 2019 hubo 36 accidentes graves, cuatro menos que el año pasado, y dos mortales que costaron la vida al trabajador, nueve menos que en el registro anterior.
En cuanto al total de accidentes de trabajo, se produjo un descenso del 8,2%, dado que en 2019 se registraron en total 2.739 accidentes laborales.
El aumento en el número de accidentes mortales y graves de trabajo en la provincia de Cuenca es especialmente llamativo teniendo en cuenta que se puede equiparar a otros territorios con una mayor masa laboral. Es la segunda provincia de la región con más accidentes de estos tipos, graves y mortales, tras Toledo.
