Cuenca se alza como como provincia que no tiene «ninguna agresión de gravedad a docentes», así lo ha asegurado el presidente de la Asociación Nacional de Profesionales de la Enseñanza (ANPE) Cuenca, José Vicente Villalba. Aunque aún no están disponibles las cifras concretas correspondientes al pasado curso, el responsable provincial segura que «es un motivo de celebración que seamos bajos en este aspecto».
La regulación en esta materia viene recogida en el borrador del Decreto de Convivencia que ha propuesto de Consejería de Educación. Dicho documento ha recibido numerosas críticas porque, desde diferentes asociaciones docentes aseguran que presenta una serie de carencias relevantes en esta materia. Los principales problemas que se asocian a dicho documento son el enfoque centrado en la sanción en lugar de la prevención, así como la efectividad que puedan llegar a tener las medidas correctivas, especialmente en casos de agresiones puntuales. Del mismo modo se ha señalado la falta de participación de la comunidad educativa en su elaboración. Por su parte, el presidente regional de ANPE, Martín Navarro, ha señalado que «no es el decreto que Castilla-La Mancha necesita» y que desde el sindicato so oponen «profundamente».
El responsable regional de ANPE señala que dicho decreto «tiene que poner el foco en el profesor», al que se le debe garantizar una protección y que, sostiene, «tiene que tener una autoridad en el ejercicio de su función» que le permita tomar medidas y tener facultades que «no se comprenden en este borrador», sostiene. Navarro señala la necesidad de dotar a los docentes de herramientas «desde la prevención y el acompañamiento» en una cuestión que, destaca, «debe abordarse de una manera inminente, pero con la suficiente responsabilidad de saber que puede perjudicar mucho los casos que cada vez vamos teniendo». Unos casos que, sostiene, van en aumento cada año y que son «un reflejo de la crispación social» que se traslada a los centros educativos.