La provincia de Cuenca estuvo en la tarde de este miércoles en aviso amarillo por fuertes lluvias y tormenta con alta probabilidad de granizo, algo que se extiende también para este jueves en todo el territorio conquense. Las previsiones se hicieron realidad especialmente en la comarca de la Manchuela conquense, donde en localidades como Sisante, Casasimarro y Quintanar del Rey vieron cubiertos sus campos y sus calles de un manto blanco por la granizada.
En la localidad de Sisante, la tormenta se quedó dentro del municipio y cayó en torno a unos 20 litros de agua «en poco tiempo», así como «bastante granizo», asegura el alcalde, Pedro Garde. El regidor afirma que, de momento, no tienen noticias de incidencias ni daños en el campo del municipio «en comparación con las noticias que nos llegan de otros pueblos de alrededor». Las calles de Sisante sí que se llenaron de bolas de granizo en tan solo media hora. Garde sostiene que, por suerte, tampoco tuvieron problema de electricidad.
Al contrario que este municipio, en las localidad de Quintanar del Rey y Casasimarro el granizo afectó más al campo que al propio pueblo. En este último, la tormenta provocó «bastante daños» en cultivos del cereal, viña y oliva, según manifiesta su alcalde Óscar Pinar. «Hay bastantes hectáreas afectadas, ahora la junta directa de la cooperativa está evaluando los daños», asegura el primer edil, que destaca que dentro del municipio cayó en diez minutos unos 25 litros de agua «aunque no hay que resaltar ninguna incidencia».
La misma situación ocurrió también en Quintanar del Rey. Su alcaldesa, Joaquina Saiz, sostiene a Voces de Cuenca que dentro del municipio la granizó no causó daños pero sí en el campo, sobre todo en los terrenos de viñas. El agua cayó con más fuerza entre su pueblo y Casasimarro, así como en la parte norte hacia Villagarcía del Llano. En cuestión de media hora, dice la primer edil, cayó unos 30 litros y «muy rápido». Asegura que con la lluvia bajan ramblas hacia el pueblo «que estuvo cubierto de agua un rato». Saiz dice que en la tarde de este miércoles, tras la tormenta, el Ayuntamiento tuvo que limpiar la carretera de salida hacia Tarazona y Casasimarro, que estuvieron cortada por el agua. Asimismo, destaca que los caminos agrícolas están «intransitables».
