La «inverosímil» equiparación de precios entre pipa convencional y alto-oleico marca la campaña de girasol

Asaja Cuenca advierte que "arrancamos con precios peores que finalizamos la campaña pasada" y avanza que la producción puede ser un 20% superior al pasado ejercicio con rendimientos de 800-850 kilos por hectárea de media


Las perspectivas para la próxima campaña de girasol resultan favorables con un incremento de producción previsto que puede rondar el 20%, hasta alcanzar las 110.000 toneladas con producciones que pueden superar los 800 kilos por hectáreas. En el lado, negativo, los precios y una circunstancia extraordinaria como es la equiparación de precios entre la pipa convencional y la alto-oleico. Lo normal es que la segunda modalidad tenga precios superiores al contar con mayores porcentajes de ácido oleico.

Manuel Torrero secretario general de Asaja Cuenca, ha indicado que las perspectivas en cuanto a producción son favorables, con un incremento del 20% cercano a la campaña anterior, pero en cuanto a los precios son «muy malas porque arrancamos con precios peores que finalizamos la campaña pasada. Y hay un factor que a nosotros nos preocupa muchísimo y es que se ha igualado el precio de la pipa de girasol convencional con la pipa de alto-oleico. Esto es algo inverosímil. 

Torrero ha resaltado que «esto no ocurría nunca y menos en un inicio de campaña. Va a propiciar que el agricultor se desmotive a la hora de sembrar girasol. En regiones como Andalucía, donde la campaña prácticamente ha finalizado, estamos hablando de precios en origen de 330-335 euros/tonelada y el precio alto-oleico es el mismo. No tiene ningún sentido. Lo normal sería que el precio estuviese, más o menos, 40 euros por encima de esos niveles y el alto-oleico en torno a los 60 euros, sin ningún tipo de problema». 

«La producción podría alcanzar las 110.000 toneladas»

En cuanto a la producción, el secretario de Asaja Cuenca precisa que «la campaña viene mejor que otros años porque veníamos padeciendo series de bajas producciones. Pero este año, debido a las lluvias de primavera y las tormentas de verano, las perspectivas a nivel de producción por hectárea son mejores que otros años. Una primera estimación de la producción media de la provincia, teniendo en cuenta que hay diferencias entre las diferentes explotaciones, apunta que es fácil que este año estemos en torno a los 800-850 kilos por hectárea, de media. Esto nos puede llevar a una producción en la provincia superior a la de los últimos años de 105.000 ó 110.000 toneladas en toda la provincia con una superficie en torno a las 125.000 hectáreas. Esta producción podría ser un 20% superior a la de la pasada campaña». Estas mismas fuentes han indicado que este año el inicio de la campaña podría trasladarse a mediados de septiembre debido a las condiciones meterológicas precedentes.

Las previsiones favorables en cuanto a producción parece que podrían beneficiar a toda la provincia de manera generalizada sin excesivas diferencias de unas zonas a otras. «En términos generales creo que la campaña se presenta bien en toda la provincia. La Alcarria puede tener suelos quizás más pobres pero ha habido tormentas y se nota. Hay parcelas que están preciosas. Así que, en términos generales, tanto por la primavera como por lo que llevamos de verano, casi todas las zonas productivas de la provincia de Cuenca están razonablemente. El girasol es un cultivo muy delicado para la nascencia y esos quince días son los más delicados pero, luego, es un cultivo tremendamente agradecido».

La superficie dedicada al girasol en la provincia de Cuenca, una ‘potencia’ a nivel nacional en este cultivo, ha ido a la baja. «En los últimos cinco años hemos pasado de 135.000 hectáreas a las 125.000 hectáreas actuales», señala Torrero.