La compañía Avanza, uno de los operadores históricos de autobuses en España, ha puesto en duda su continuidad en la conexión por autobús entre Cuenca y Madrid. La compañía, que explota actualmente esta línea dentro de la concesión Badajoz–Madrid–Cuenca–Valencia, advierte que no concurrirá a la próxima licitación si el Ministerio de Transportes mantiene unas condiciones «inviables» similares a las actuales en el plan de explotación.
Así lo ha trasladado a Voces de Cuenca su consejero delegado, Valentín Alonso, quien ha destacado que la situación del corredor se ha vuelto «insostenible» tras el desplome de la demanda en la ruta Madrid–Valencia, muy afectada por la alta velocidad ferroviaria. Alonso ha señalado que la empresa no puede continuar operando «en estas circunstancias» porque, asegura «estamos perdiendo dinero todos los años». El consejero delegado de Avanza se ha mostrado consistente con las condiciones que ofrece el Ministerio y ha apuntado que en caso de que la licitación salga con las mismas condiciones «no nos presentaremos», asegura.
En cuanto a lo que la compañía espera de la propuesta ministerial, el directivo ha explicado que sería necesario «reestructurar totalmente esa concesión o cambiar su esquema». La «mejor prueba» de la necesidad de dichos cambios, según apunta el consejero delegado es que ese concurso, «que era una de las mejores concesiones que había en España hace años», se quedó desierto en la última ocasión, un mensaje en el que el mercado ha puesto sobre la mesa que el contrato «no es viable».
El directivo ha apuntado que Transportes ha sacado a exposición pública un nuevo plan de explotación para volverlo a sacar a concurso en unas condiciones que, en su opinión «no es que vayan a ser similares, es que van a ser prácticamente las mismas». Por ello, apunta Valentín Alonso «en términos de costes y de ingresos, desde nuestro punto de vista va a hacer que esto vuelva a ser inviable».
A pesar de las circunstancias, el antiguo Auto Res ha descartado abandonar de forma unilateral la línea ya que, aseguran «se trata de un servicio público». En este sentido, Alonso ha asegurado que desde Avanza harán sus «mayores esfuerzos por mantenerlo». En materia de inversión, el consejero delegado ha reconocido que el servicio se sostiene con enormes dificultades. Así ha señalado que los autobuses son muy antiguos porque «no podemos invertir más en una concesión caducada desde hace 12 años» lo que, asegura hace «más complicado cada día mantener la calidad del servicio».
El directivo ha insistido en que el problema no está en la conexión directa con Cuenca, que Alonso apunta que se ha mantenido más o menos estable en el número de viajeros, «sino en el desequilibrio de toda la concesión, pensada para un modelo que ya no responde a la realidad». En el corredor Madrid–Valencia «viajan un 15% de los viajeros que teníamos hace una década» lo que, apunta Alonso «ha supuesto una caída de ingresos que desequilibra completamente el contrato, y el Madrid–Cuenca se ve afectado por formar parte de él».
Los datos ministeriales ratifican las cifras de Avanza
En 2023, según los datos de la propuesta del Ministerio de Transportes y Movilidad Sostenible fueron 100.200 personas las que viajaron en autobús entre Cuenca y Madrid, una cifra muy similar a la de Madrid–Valencia (104.600) y ampliamente superior a otras conexiones del mismo corredor, como Teruel–Valencia (23.400), Cuenca–Valencia (1.100) o Cuenca–Teruel (800).
El desenlace de la próxima licitación será decisivo para la movilidad interprovincial por autobús. Si el Ministerio no aporta cambios significativos en la propuesta y Avanza cumple su advertencia de no pujar por la línea, el Ministerio de Transportes deberá buscar otro operador para garantizar la conexión con Madrid. Mientras tanto, la empresa insiste en que seguirá prestando el servicio, aunque en condiciones «de creciente precariedad» y con la advertencia de que «cada vez es más difícil sostenerlo».














