El Rebi Cuenca pierde por un 7 metros con el tiempo cumplido tras igualarle al Nava 6 goles de diferencia (24-25)

Una polémica decisión final marcó un encuentro en el que los segovianos cuajaron una gran primera mitad contra la que hubo de ir remando

Tras estar a punto en varias ocasiones, el Rebi Cuenca había conseguido al fin empatar el partido contra el Nava a falta de veinte segundos para el final del partido con un gol de Tchitombi Aurelien-Morgan. Toda una gesta ya que el equipo conquense había llegado a ir perdiendo de seis goles tras una mala primera mitad y un inicio renqueante en la segunda. Pero en esa posesión final, el conjunto segoviano llegó a plantarse otra vez al borde del área y una discutible decisión arbitral decretó un 7 metros con el tiempo ya cumplido. El visitante Pancho Ahumada fue el encargado del lanzamiento, que ejecutó ante un David Mach que había cuajado una gran actuación y por ese detalle no pudo erigirse en el héroe de la remontada. 25-26. Los locales se quedaron cariacontecidos con la miel en los labios, sin puntuar y con la opción de quedarse entre los ocho primeros muy complicadas. Tarde de emociones contrapuesta en El Sargal.

El dominio inicial, como se apuntaba, correspondió al Nava, que como es habitual estuvo respaldado por algunos de sus aficionados. Los visitantes tomaron pronto la delantera en el marcador y ya en el minuto cinco de partido vencían por 3-6 gracias, principalmente, a una sobresaliente actuación de Mateus Cristian en la portería y a una defensa conquense que no terminaba de alcanzar el tono. 

A pesar de algún conato de acercamiento, la dinámica se mantuvo e incluso de acrecentó: pérdidas y lanzamientos errados de la plantilla conquense eran aprovechados para que la renta subiera a cinco goles (6-11) en el ecuador de esta primera parte. Lidio Jiménez intentó cauterizar la herida con un tiempo muerto y dos goles consecutivos de Fede Pizarro y Álvaro Martín parecieron augurar la reacción, pero esta no fue tan supersónica como se requería fallos propios y aciertos, especialmente defensivos, ajenos. 

Además, una exclusión de Barceló con 9-12 a diez minutos del final terminó por cercenar las alas de los conquenses, que llegaron al descanso cinco por abajo, con un 10-15.

Justo antes de la interrupción también vio 2 minutos Perbelini y tras la reanudación Tchitombi, así que aquello era un «más difícil todavía». Se llegó a la distancia máxima de seis goles pero a partir de ahí cambió completamente el guión del partido. La afición aportó lo suyo desde las gradas y David Mach empezó a parar, tanto por propia inspiración como auxiliado por una defensa que aumentó la intensidad a los niveles que de ella se esperan. El Nava, por su parte, se sumió en la confusión y empezó a padecer el cansancio, por lo que en el minuto 45, Barceló puso un esperanzador 18-20. El partido, por lo menos, no se iba a regalar.

Pero, como le suele pasar al equipo de Cuenca, faltaba ese punto adicional para redondear la recuperación y, aunque hubo algunas posesiones para hacerlo, no se llegaban a poner las tablas, ya fuera por una falta en ataque pitada a Fede Pizarro o por un 7 metros pitado a favor de los rivales. Los colegiados no estuvieron precisamente caseros. 

A siete minutos para el final, los segovianos iban otra vez tres arriba (21-24) y ya pocos confiaban. Pero el equipo de Jiménez se recompuso otra vez y alcanzó la machada ya descrita en el primer párrafo. Pero no fue completa o no quisieron que lo fuera y solo puedo regalar un ritmo trepidante, pero no un punto. 

ESTADÍSTICAS DEL PARTIDO