Desde el año 2004 se celebra el Día Europeo de la Logopedia, con el objetivo de reivindicar esta profesión sanitaria que va más allá de aprender a pronunciar correctamente la erre, como recuerda Mari Luz Bascuñana, logopeda titulada en el año 2012 que ejerce en Tarancón y Cuenca este oficio que se ocupa de la comunicación, el lenguaje, la voz, la deglución y la audición.
Una parte del trabajo de estos profesionales tiene que ver con la prevención de las patologías y otra con la rehabilitación. Es habitual asociar su labor a los niños, pero en realidad es una disciplina que abarca todas las edades,»desde los bebés prematuros hasta los ancianos a los que les ha dado un ictus. En el caso de los pequeños, Bascuñana destaca que hay que atender los problemas cuanto antes para que el retraso sea menor y también que hay que trabajar siempre desde lo lúdico, para que no piensen que están ante un especialista sanitario, sino que están jugando.
Con los pacientes infantiles, además de la pronunciación, se abordan cuestiones como la deglución. «Hay niños que no toleran algunas texturas, nosotros les ayudamos a que las mastiquen y las traguen adecuadamente; otros no preparan bien el bolo alimenticio y les enseñamos a poner la lengua en sitio». También hay niños con problemas con la lectoescritura, «que confunden la ‘be’ con la ‘de’, sin llegar a tener dislexia, pero tienes que trabajar con ellos» o que tienen un retraso madurativo.
Respecto al trabajo con adultos, es frecuente trabajar con personas que han sufrido un ictus, que produce problemas en la comunicación y en el lenguaje, lo que se conoce como afasia. «Hay de diferentes tipos, pero en general es que no te puedes comunicar bien porque no te salen las palabras o no entiendes». Hay otros problemas asociados, como la disfagia, «un atragantamiento por un fallo nervioso que hace que la laringe no cierre bien y pase la comida a los pulmones».
Bascuñana también echa una mano a cantantes y a profesores, «que pasan muchas horas hablando y no saben hablar, no respiran bien, llegan a casa con la voz cansada.. Todas esas cosas suman y posiblemente, en unos años, pueden terminar con nódulos en las cuerdas vocales». Ahí entra la función preventiva del logopeda, que además ayuda a coger confianza para hablar en público. Además, esta profesional conquense trabaja con pacientes extranjeros que quieren mejorar su articulación de los fonemas españoles para mejorar su acento y con transexuales que quieren refinar su voz.
Al final, el logopeda tiene que tener un amplio conocimiento del cuerpo humano, porque su labor abarca tanto problemas físicos como neurológicos, no se reduce todo al pronunciamiento de la ‘erre’.
¿Pero qué pasa con la ‘erre’, por qué cuesta tanto? «Es el fonema más difícil, es el último que se adquiere», explica Bascuñana, «implica que todos los músculos de la lengua tienen que actuar en un punto determinado en la boca, para que vibre y suene bien». La logopeda comenta que a veces atiende «a padres preocupados porque su hijo de tres años no pronuncia bien la ‘erre’, cuando en realidad todavía no le toca», pero apunta que sí que hay que hacer hincapié en la atención temprana, «porque hay patologías que, cuanto antes se aborden, mucho mejor».
Este año el Día Europeo de la Logopedia está dedicado a las alteraciones de la lectoescritura, como la dislexia o la discalculia, que suelen ir de la mano de otros trastornos. En este día dedicado especialmente a las alteraciones de lectoescritura cabe preguntarse si leer poco puede tener consecuencias en la forma de hablar. «Posiblemente, porque se utiliza un vocabulario menos extenso», cree Bascuñana.
Para terminar, Bascuñana regala a los lectores algunos consejos. A los padres les sugiere «no fiarse de que el niño ya hablará, porque si se retrasa es más complicado y luego es más difícil de paliar; cuando un niño de tres años no habla, es que algo pasa y necesita atención». Y a las personas que utilizan su voz de forma profesional – profesores, periodistas, cantantes, políticos….- les invita a aprender técnicas vocales.
