La llegada de la crisis sanitaria provocada por el coronavirus ha condicionado totalmente la actividad de las instuciones entre las que se encuentra la Real Academia Conquense de Artes y Letras (Racal). Entre las consecuencias ligadas a la suspensión de la actividad en forma de conferencias, publicaciones…se suma la propia actividad de régimen interno como la renovación de los cargos directivos o la incorporación de nuevos académicos.
El director de la Racal, Miguel Jiménez Monteserín, ha indicado que «nosotros, con la inconsciencia que en aquellos momentos era común a todo el mundo, celebramos la última conferencia el martes anterior a todo esto, y, de hecho, me sorprendió al enorme asistencia que tuvo. Ya habíamos decidio organizar la siguiente al martes siguiente, que era la última. Eso sí, a partir de ese momento hemos clausurado todo y hemos interrumpido no sólo las actividades públicas sino nuestras propias reuniones, porque lo determina la norma y tampoco es necesario arriesgarnos».
Así, entre las consecuencias concretas que la pandemia ha tenido en la Racal, su director apunta que «ya había intentado prever quién pudiera haber sido el conferenciante de la apertura del próximo curso y eso está en al aire. Además tenemos pendiente la elección de la nueva Mesa porque todos cesamos este mes. Y estábamos pendientes del proceso electoral. También estábamos pendientes de incorporar al nuevo académico, publicar el último boletín…Es decir, que todo eso ha quedado paralizado. Es lo que le ha sucedido a todo el mundo que, estando instalados en su tranquilidad alegre y confiada, como en la comedia de Benavente, pues la pandemia nos ha sorprendido a todos».
Los nuevos condicionantes que impone la pandemia también pueden suponer cambios en el tipo de actividades desarrolladas por la institución y potenciar los eventos ‘a distancia’. » No lo hemos pensado aún porque hemos suspendido todo hasta septiembre. Quizás podríamos ver esas fórmulas de difusión a través de videoconferencias, encuentros virtuales… Podría ser».
