«La combinación de ciudad, Semana Santa y música religiosa de la SMR no tiene parangón en el mundo»

Entrevista con Daniel Broncano, director artístico de la Semana de Música Religiosa (SMR) de Cuenca

Daniel Broncano es el nuevo director artístico de la Semana de Música Religiosa de Cuenca, cargo al que accedió en julio tras la resolución del concurso de proyectos convocado a tal efecto. Una persona joven pero que atesora una importante experiencia en la gestión musical y sobre todo que afronta con una extraordinaria ilusión lo que él mismo denomina como un “punto muy importante en mi trayectoria laboral y personal”. Compartimos una distendida conversación alrededor de unas tapas de la que salió la entrevista que a continuación reproducimos y en la que Broncano nos desvela cuáles son sus objetivos para la SMR de 2022.

– ¿Cómo has llegado a la dirección artística de la SMR?

De una forma un poco inesperada. Hubo un concurso en julio al que me presenté con un proyecto y resulté elegido. Yo vengo de estar en el escenario como clarinetista aunque eso cada vez sucede menos porque estoy más dedicado a la gestión cultural. Empezó con Música en Segura, un festival que hago en mi pueblo, que comenzó como una cosa muy pequeñita y que lleva ya ocho ediciones. El festival empezó a crecer y a congregar a mucha gente de fuera que vienen exprofeso al festival y esa experiencia me ha abierto una nueva perspectiva laboral en la que disfruto ahora más que como músico y en la que creo que es en la que más puedo aportar en el mundo de la música.

– Un festival que por lo que me cuentas tiene ciertas similitudes con la SMR, se celebra en un sitio pequeño y concita mucho interés fuera de su lugar de celebración.

Bueno, el lugar es mucho más pequeño pero sí que coincide con la SMR en que son festivales que están muy ligados a la localización y a las señas de identidad del territorio. Luego he trabajado también en proyectos para el Ayuntamiento de Madrid o la Diputación de Jaén, otro festival en Holanda que relaciona música y ciencia y también en la Semana de Música Antigua de Álava, o sea que Música en Segura fue el origen de todo pero luego he trabajado en varios proyectos más de gestión cultural.

– ¿Conocías como espectador la Semana de Música Religiosa de Cuenca?

Sí, vine en 2016 y fue una experiencia extraordinaria porque es un festival único, no hay otro festival en el mundo que combine la Semana Santa y la música religiosa. Ya por separado las dos son únicas, pero la combinación de ciudad, Semana Santa y festival de música religiosa no tiene parangón. Fíjate que en este mundo es difícil encontrar cosas únicas pero esto es realmente único.

– La gente de fuera de Cuenca ve como indisoluble la coincidencia de fechas entre Semana Santa y festival, algo que muchos conquenses no ven tan claro porque piensan que para dos cosas que tenemos que llaman la atención fuera el hecho de que coincidan es una lástima. ¿Tienes pensado sacar algo de la programación fuera de las fechas de Semana Santa?

Desde luego que lo tengo pensado, y además creo que la tarea pendiente de la Semana es ampliar mucho su base social en Cuenca. Es un festival que tiene una gran cantidad de dinero público, hay muchas instituciones que apuestan por él y eso tiene que darle una vocación de servicio público, de ser útil de muchas formas, y una es que llegue a mucha gente de la ciudad y de la provincia. Creo que hay que hacer conciertos lo antes posible y de hecho espero poder anunciar dentro de muy poco que podamos celebrar algún concierto antes de que acabe este año, porque la Fundación existe por y para hacer música y la música se hace para hacer la vida de las personas mejor. Esto puede que suene muy ñoño pero es así, tiene que tener un impacto positivo para los que la escuchen habitualmente, para los que no la escuchen y se puedan topar con ella y tiene que estar cuanto más presente mejor. Dentro de eso vamos a intentar hacer una serie de actividades sociales durante toda la Cuaresma para ampliar el impacto de la Semana, creo que esto es una responsabilidad que tenemos los que trabajamos en ella.

Las fechas de los conciertos tradicionales de la SMR serán del 7 al 17 de abril, con lo que empezaremos el jueves anterior al Domingo de Ramos y terminaremos el de Resurrección, así ampliamos algo las fechas pero además mi objetivo es que haya más actividades en otras momentos del año para llevar la Semana a cuantas más personas mejor.

“Cuando se presente la programación ahí estará la respuesta a esto y a veces habrá música que es objetivamente religiosa o litúrgica y otra que mirará a esa experiencia religiosa desde fuera o desde otros ángulos”

– He leído también que quieres ampliar el espectro de edad de los asistentes a la Semana y captar mucho más público joven. Me parece casi heroico querer combinar dos conceptos como música clásica y religión para la gente joven. ¿Tienes una fórmula pensada para ello?

La SMR es un festival cultural alrededor de la temática religiosa pero esto tiene muchos ángulos, uno de ellos es que hay una ingente producción artística realizada para actos religiosos pero a la vez hay otra serie de conciertos que tienen que ver con lo místico, con lo espiritual, con lo trascendental, con conectarse con uno mismo, etc… Esta es la clave, cuál es el concepto de música religiosa. Cuando se presente la programación ahí estará la respuesta a esto y a veces habrá música que es objetivamente religiosa o litúrgica y otra que mirará a esa experiencia religiosa desde fuera o desde otros ángulos. Además la música religiosa no es sólo música cristiana o católica, hay muchas experiencias religiosas en otras culturas que se traducen musicalmente. Dentro de la gloriosa historia de este festival, que es el mejor festival en algo tan concreto como es la música religiosa, hay que ver más allá y ampliar contenidos, ver qué significa un festival del siglo XXI hecho prácticamente en su totalidad con dinero público.

Esta es una parte, la otra tiene que ver con la comunicación, cómo se afronta, qué imagen proyectamos de la Semana y permitir, derribando prejuicios, que más gente se acerque al festival.

– Cuando me contabas esto me venía a la cabeza una palabra que utilizaba Camarón que era los «flamencólicos», una mezcla de flamencos y melancólicos. ¿Crees que los «clasicólicos» van a ver con buenos ojos estas ideas que planteas?

Me gusta ese término de los «flamencólicos». Creo que no va a haber problemas con los «clasicólicos» porque en un proyecto como este que es de importancia nacional hay que concebir un programa suficientemente amplio. No se trata de reemplazar o cambiar, se trata de añadir, seguirá habiendo eventos más tradicionales y convencionales y otros más innovadores. Se seguirá haciendo la Misa en Si Menor o las Pasiones de Bach pero también incluiremos otro tipo de eventos como una excursión musical a través de las hoces interpretando música medieval pensada para las Cruzadas. Hay una especie de concepción de que hay un público melómano de la música clásica que es inamovible pero la realidad es que también hay un numeroso público voraz ávido de experimentar cosas nuevas que responden a este tipo de propuestas. 

– ¿Tienes pensado hacer algún guiño a la Semana Santa de Cuenca?

Por supuesto que sí. Estuve hablando con el presidente de la Junta de Cofradías y queremos coordinarnos para que haya acciones conjuntas, por ejemplo en el pregón de la Semana Santa, y es posible que haya un concierto que una la percusión de la banda de la Junta de Cofradías con un concierto de música contemporánea que tenga una relación con esta temática de la percusión. Esta cuestión del simbolismo que tiene tocar el tambor está en los genes humanos, la Semana Santa es un ejemplo de esto y espero que se pueda hacer música contemporánea que está basada en los mismos principios combinada con los sonidos de la banda de la Junta de Cofradías. Habrá más ideas porque creo que hay que avanzar en retroalimentar una cosa con la otra.

– En la SMR han actuado los grandes intérpretes de este género: Gardiner, Peter Philips, Ton Kopman, Harry Christophers, Mark Minkowski y un largo etcétera. ¿Vamos a seguir viendo este tipo de conciertos o nos tenemos que acostumbrar a tener de momento una SMR más low cost?

Sí, la semana tiene un presupuesto con el que se pueden hacer muchas cosas y lo que hay que hacer es utilizarlo bien. Además creo que el gran nombre no debe ser sólo el de los intérpretes sino el de la propia SMR. Construir un festival a base de relumbrón y de traer figuras está bien pero para mí el gran nombre debe ser la SMR y los artistas deben desear venir aquí y el público tiene que conocer cosas a través de la SMR. Además esos grandes nombres también van a los grandes auditorios y si te basas en eso al final te da igual ir al Palau de la Música, al Kursaal o al Auditorio Nacional que a Cuenca porque vas a escuchar lo mismo. El hecho de además de esto buscar un extra de que lo que pase en Cuenca sólo pase en Cuenca es una máxima para mí, debemos buscar ese componente de originalidad. 

– ¿Tienes algún concierto soñado en mente?

Mi contrato es para 2022 y creo que debo abordarlo como si fuera el primer festival. La historia está ahí pero cada festival hay que abordarlo como si fuera el primero. No, no tengo ningún sueño concreto, lo que yo quiero es hacer conciertos cuanto antes porque el festival lleva dos años sin celebrarse y volver a hacer un festival que gane cuanto antes la confianza de todos los que trabajan alrededor de la Semana. Tenemos que ganarnos la confianza de las instituciones que ya lo apoyan y los colaboradores que la apoyen en el futuro y para eso tenemos que inspirar confianza. Los grandes sueños los dejo para cuando no tengo que trabajar. No sé el tiempo que estaré aquí y lo que quiero es que las cosas que plantee se puedan hacer.

– ¿Cómo está la Semana ahora mismo?

La Semana tiene un nuevo director, que soy yo, y una nueva gerente, algo maravilloso. Espero que en 2022 podamos empezar con el marcador económico a cero y que esto sea el punto de inflexión hacia el crecimiento y que podamos inspirar esa confianza a la que antes me refería para que cada vez más gente se acerque a nosotros. Estamos marcados por el hecho de que no se ha hecho la Semana los dos últimos años y este es un momento nuevo que para mí es un punto muy importante en mi vida laboral y en mi vida en general porque es un escaparate importantísimo, porque no es un encargo cualquiera, es una institución mítica de la cultura española. Mi objetivo es que abandone el peligro de extinción y que vuelva a ser una gloria así que para mí lo principal es pensar en cómo ayudar a la Semana para lograr eso. 

“Mi objetivo es que abandone el peligro de extinción y que vuelva a ser una gloria así que para mí lo principal es pensar en cómo ayudar a la Semana para lograr eso”

– ¿No sé si la gente es exactamente consciente de lo que nos jugamos? Este es un festival que tiene más de 60 años y que es una de las cosas por las que Cuenca trasciende nuestras fronteras.

Yo siempre he oído hablar de la Semana en pasado y lo que quiero es mirar al futuro. No decir «yo me acuerdo de los tiempos gloriosos» sino pensar en lo que vamos a hacer de ahora en adelante, esa es la clave. Eso requiere tener imaginación y visión de por dónde va el futuro.

– ¿Tienes ya pensado el programa?

Claro, está pensado al 90%, lo que pasa es que está a la espera de que haya luz verde y comencemos la contratación. Va a ser un festivalazo y espero que haya conciertos muy pronto porque la naturaleza de una fundación como esta es hacer música. El momento de la Semana Santa siempre va a estar pero mi mentalidad es exploratoria de todo lo que se puede hacer en otros momentos del año.

– ¿Ha cambiado mucho la pandemia el mundo de los festivales?

El sector de la música clásica es de los que menos le ha afectado en cuanto a que la vuelta es más fácil, no hay que meter 10.000 personas de pie en un estadio o en un pabellón y por lo tanto ha sido de los primeros en recuperarse aunque por supuesto también ha sido traumático. Los grupos internacionales vuelven después del verano a moverse aunque también nos ha afectado el Brexit porque hay grandes grupos británicos y sus condiciones de contratación han cambiado pero en general a nivel organizativo no ha cambiado mucho el panorama. 

“El prestigio sigue intacto y todo el mundo está deseando venir, no hay que explicarles ni medio segundo qué es la SMR y hay expectación para que vuelva”

– ¿Cuándo tiene pensado presentar la programación de la edición de la SMR de 2022?

A principios de enero o a lo largo de ese mes. 

– ¿Ha hablado con artistas ya?

Sí claro. Cuando yo empecé con Música en Segura y hablábamos con artistas les sonaba a chino. Eso no tiene nada que ver con lo que me encuentro en Cuenca, el grado de receptividad es total, el prestigio sigue intacto y todo el mundo está deseando venir, no hay que explicarles ni medio segundo qué es la SMR, hay mucha expectación para que vuelva y esto es maravilloso, hay mucha gente esperando que funcione porque se le tiene mucha estima.