El sacerdote, iconógrafo y experto en arte ortodoxo, Anastasio Martínez Sáez, conocido popularmente como ‘el cura de los iconos’ o ‘el párroco de la Sierra’, ha anunciado que próximamente donará su colección de iconos a la Catedral de Cuenca. Además, ha avanzado que quedará expuesta de forma permanente en una de las tres salas de exposiciones de la seo conquense, concretamente la que se caracteriza por su techo de bóveda de cañón. Se trata sin duda de una de las colecciones de arte ortodoxo que hay en España más completas y de mayor valor, tanto por la cantidad de las obras como por su variedad.
Según ha explicado en declaraciones a Voces de Cuenca, son en total 146 los iconos que va a donar, que son todos los que ha ido guardando desde que comenzara su afición a comienzos de la década de los 70 del siglo pasado. La mayoría de las obras donadas pertenecen a su firma, si bien también hay algunos iconos que ha ido adquiriendo a lo largo de los años durante sus múltiples viajes. Además, también irá donando los iconos que vaya terminando y demás obras que en estos momentos tiene a medias.
“Llevo 30 años viajando con grupos y hemos hecho muchas visitas al mundo ortodoxo, y allí he ido adquiriéndolos”, subraya. Por ejemplo, señala un icono que compró en Jerusalén que representa a los santos del mes de agosto “y que es una auténtica miniatura”. También resalta otro que adquirió en Cracovia y cuya orfebrería está datada en Moscú a finales del siglo XVIII.
Tal y como asevera el que fuera presidente de la Comisión Diocesana del Patrimonio Artístico y coautor del catálogo monumental de la Diócesis de Cuenca, “desde el primer momento pensé que para aportar algo, si reunía una colección, iba a ir a la Catedral”. El año pasado ya comentó al Cabildo Catedralicio su intención de donar la colección y “aceptaron inmediatamente y creo que se pusieron bastante contentos”. Además, agradece que “mi familia me ha apoyado. Muchas veces hay conflicto con las familias por el egoísmo y en mi caso no ha sido así”. En este punto, señala que “es una forma de conservar la colección, porque si se reparte entre los familiares, en cuanto llega la segunda generación desaparece”.
Martínez Sáez prefiere no dar a conocer la cuantía económica que puede alcanzar la donación que realiza, si bien hay que tener en cuenta que se trata de obra original con un apreciable valor artístico, además del valor religioso (algunas de las obras contienen reliquias) o el propio valor material, dado que están elaboradas con oro, plata fina, plata dorada, perlas cultivadas, piedras naturales y semipreciosas y madera vieja de pino.
Los iconos están pintados con pintura al temple con huevo, porque tal y como explica Martínez Sáez “a partir del siglo XIV se fue perdiendo por la dificultad que conllevaba el modo de pintura a la encáustica con cera, como está realizado el díptico bizantino del Museo Tesoro de Cuenca y se empezó a emplear el temple con huevo. El óleo está prohibido en los iconos porque no se acepta el origen animal para su creación, pero la iglesia ortodoxa sí permite la utilización del temple con huevo”.
Otras donaciones a Zarzuela y Valdemorillo de la Sierra
Además, Anastasio Martínez Sáez también ha avanzado que va a donar una virgen románica de madera a la iglesia de Zarzuela, de la que fue párroco durante varias décadas. “La iglesia conserva una ventana encima del techado de la sacristía que da muestra de su origen románico junto con una de sus portadas”.
A la iglesia de Valdemorillo de la Sierra, su pueblo natal, también hará varias donaciones. Entre otras, un cáliz de ónix adquirido en Turquía al que incorporó piedras semipreciosas, plata y plata dorada.
