Miembros de la gestora provincial, en una reciente visita a la estación del AVE en Cuenca, han podido comprobar las altas temperaturas que soportan las personas que trabajan en las instalaciones. La secretaria provincial de Vox, Esther de la Cruz, pudo constatar, en estos días, que «la temperatura en el interior de la estación rozaba los treinta grados, debido a que no está funcionando adecuadamente el aire acondicionado».
No es un hecho aislado, se viene repitiendo desde hace al menos tres años. Según distintas fuentes, «no son pocas las reclamaciones que los usuarios presentan por este motivo en los meses de verano; mientras que, por el contrario, las quejas se producen también por las bajas temperaturas que se dan en los inviernos».
A todo ello, asegura esta formación en nota de prensa, «se suman las quejas continuadas de los usuarios por el servicio de servicio de autobuses urbanos que, hoy por hoy, no tienen sincronizados sus horarios con los de la llegada de los diferentes trenes; Esta situación ocasiona que las esperas para ellos lleguen a ser de treinta minutos e, incluso, una hora los fines de semana. Para evitar estas demoras los viajeros solo tienen la opción del taxi, cuya tarifa para este servicio, no está regulada. En Vox nos preocupa que los trabajadores sufran un trato poco considerado y que quienes nos visitan, se lleven esta pésima impresión al llegar a la estación».