El conquense Fran Martínez ha iniciado este fin de semana una experiencia junto a Samantha Vallejo-Nágera en su restaurante «Casa Taberna» de Pedraza que se prolongará durante el presente mes de septiembre. La buena relación que el ex-concursante mantiene con la jurado de Masterchef ha resultado decisiva.
«Mientras monto el restaurante en Cuenca quiero seguir aprendiendo. Con Samantha Vallejo-Nágera tenemos muy buena relación desde el programa y lo hablamos para ir los fines de semana en septiembre, de jueves a domingo. Dijimos de probar un fin de semana y nos ha sabido a poco. Hemos quedado encantados los dos y volveré los dos próximos fines de semana. De momento, en septiembre estaré con Samantha porque en octubre ya me comprometí con el restaurante de MasterChef en Madrid. Y luego en noviembre espero tener ya el mío preparado», ha indicado Fran.
El ex-concursante conquense mantiene en secreto la ubicación de su nuevo restaurante en la capital conquense pero sí tiene clara la orientación. «La idea está clara. Los platos que me definen, con guisos tradicionales y carnes que me gustan mucho. Todo ello con un toque de Cuenca, de Castilla-La Mancha que es donde estamos y es lo que quiero dar. Y evidentemente, que se coma y se beba en condiciones. Eso lo tengo claro. Puedes tener algún detalle en algún plato pero que no falte cantidad. Que la gente no se vaya con hambre».
Mientras tanto, Fran aprovecha la experiencia junto a Vallejo-Nágera para aprender y ‘empaparse’ de las múltiples variables que rodean la actividad gastronómica al máximo nivel. «Lo que hago allí es meterme en la cocina al principio y luego salir al servicio, que es lo que suelo hacer. Me está enseñando sus elaboraciones, cómo realizar el corte de la carne, cómo preparar la chuelta perfecta como la hace ella, … Me ha abierto las puertas de su casa y de su cocina y estoy muy agradecido. También incluso cuánto cuestan las cosas y por cuánto hay que venderlas. Estoy súper bien con ella porque es una persona muy humana. No sabría cómo explicarlo…Una mujer tenía frío y de dejó su chaqueta. Es majísima. Y ahora quiere que mi mujer también venga y conozca el pueblo».