Técnicos de Obras del Ayuntamiento de Cuenca están analizando cómo actuar en el muro que se prolonga por las calles Jorge Torner y Julio Larrañaga, junto al colegio La Paz, y que lleva vallado varias semanas tras desprenderse sobre la acera algunos fragmentos de piedra y tierra.
Las grietas aparecieron llevan desde hace meses en este espacio y a inicios de febrero los técnicos han estado comprobado la situación del muro y confirmando los pequeños desprendimientos. Fuentes municipales han explicado que desde Obras se considera que «no es una situación grave» por lo que «no es necesaria una actuación urgente», pero sí se está evaluando la manera de intervenir.
Como primera medida provisional se decidió no obstante colocar las vallas. Están ubicadas principalmente en Jorge Torner (en Larrañaga apenas abarcan un pequeño tramo de la calle, justo en la confluencia) y ocupan la mitad de una acera por la que cada día transitan decenas de niños cuando van o regresan al colegio. De hecho, la zona afectada está justo al lado de la puerta de acceso de alguno de los grupos del centro educativo.
