Posada de San José, una joya del siglo XVII inicia su reforma para mirar con ilusión al futuro

Las tareas de conservación se dividirán en tres fases y se desarrollarán durante algo más de un año hasta su conclusión definitiva, ya entrado el año 2024

El emblemático edificio de La Posada de San José, enclavado en pleno Casco Histórico de Cuenca, se encuentra en rehabilitación tras cuarenta años ofreciendo servicio a los usuarios. Estas tareas se iniciaron a finales del mes de enero y consisten, principalmente, en la restauración y reconstrucción de las zonas exteriores e interiores de este conocido inmueble. Dentro de esta rehabilitación, Jennifer Morter, propietaria de la posada, ha señalado a Voces de Cuenca que los trabajos también se centrarán en finalizar las dos plantas superiores con el objetivo de «ampliar la oferta hotelera del establecimiento».

Los arquitectos Carmen Mota y Nacho Vignolo están siendo los encargados de gestionar los trabajos. «Ellos tienen una sensibilidad especial hacia el patrimonio y la conservación de nuestro entorno, en sus trabajos se puede apreciar su forma de trabajar. Junto a ellos elaboramos el proyecto. Lo primero fue tomar las medidas del edificio, que es del siglo XVII y declarado en 1996 como Bien de Interés Cultural», explica Morter.

Evolución de los trabajos que se están desarrollando en la parte exterior del edificio. Foto: MV Arquitectos.

A este proceso le siguieron otras tareas como el estudio pormenorizado de las diferentes fachadas, teniendo en cuenta las diferentes ampliaciones que se han producido a lo largo de las décadas, la última en 1953, «cuando el anterior propietario hizo varios añadidos al edificio, habiendo un conjunto de fachadas de diferentes materiales a la original».

Una de las claves de la rehabilitación de este edificio está siendo trabajar con los mismos materiales con los que fue construido. A través de las muestras tomadas, se ha tenido en cuenta, entre otros aspectos, la tipología de piedras que edificaron el inmueble, el tipo de cemento empleado y la cal utilizada.

El proyecto de rehabilitación es integral, sin embargo, el edificio está compuesto por dos partes bien diferenciadas. Una primea más antigua y otra más nueva, por lo que los trabajos se están adaptando a las prestaciones de cada uno de estos puntos. Actualmente los trabajos se están centrando en la fachada trasera, situada en la Hoz del Huécar, donde se están trabajando en «la problemática de los bajantes» y «evitar problemas de Medio Ambiente».

En los trabajos en el interior del inmueble también se contempla la instalación de un ascensor para mejorar la accesibilidad a todos los usuarios. Sobre las tareas en las plantas superiores, Morter ha afirmado que «saldrán unas habitaciones con vistas espectaculares y muy bien de espacio».

Las obras de rehabilitación se están desarrollando sobre la fachada trasera, situada junto a la Hoz de Huécar. Foto: MV Arquitectos.

Nacho Vignolo, arquitecto del estudio MV Arquitectos, ha argumentado a este medio que «se trata de un proyecto bastante ambicioso porque se desarrollará en tres fases. Actualmente se está desarrollando la primera de ellas y consiste en la rehabilitación y restauración de todas las fachadas salvo la piedra portada principal» y añade que «todos los estucos de la parte trasera como la fachada lateral que da al jardín del clero como la que da a la ronda es de un revoco tradicional que se están rehabilitando. Varios parámetros están muy deteriorados y se está poniendo en valor y restaurante a base de técnicas tradicionales de revestimiento, lo cual es poco común».

Los trabajos están requiriendo contar con materiales de la época, «lo que se está haciendo es recuperar la técnica tradicional de trabadillo, que consiste en la mezcla de yeso tradicional y cal y fabricada en un horno y con una molienda tradicional, no con un proceso tradicional. Los yesos vienen de Albarracin o de Morón, que son las dos únicas canteras que cuentan con este tipo de fabricación».

La rehabilitación está requiriendo de una mano de obra muy especializada y familiarizada con este tipo de técnica. Para ello se está contando con Luis Prieto, un reputado artesano especializado en las técnicas de estuco y Alejandro Ciudad, que es la persona que los está aplicando en la Posada San José.

La primera fase, que cuenta con ayudas del Consorcio de la Ciudad de Cuenca para edificio singulares, de desarrollará durante cuatro meses y posteriormente contará con una segunda para restaurar la portada de piedra. A estos trabajos también se añadirán otros en la cubierta del edificio y una parte de acondicionamiento interior.

Miembros del estudio Mota y Vignolo Arquitectos que participan en las obras: Carmen Mota, Ignacio Vignolo y Jaime Gómez Maroto.