‘Cuenca en Transición’ nace para conseguir «una ciudad baja en contaminación y alta en solidaridad»

Consideran que "la pandemia ha sido una tremenda lección de humildad" y plantean cambios en la ciudad basados en "repensar" el uso del espacio público y la gestión de residuos, poner en valor la riqueza en patrimonio natural y corregir "el urbanismo disperso y la inadecuada integración de servicios en los barrios"

Cinco colectivos ciudadanos de la ciudad (Amigos de los Ríos, Ecologistas en Acción, FAMPA, Fridays for Future y Limpiando Cuenca) han puesto en marcha «Cuenca en Transición», una plataforma ciudadana «abierta, plural democrática y de amplia base social, compuesta por todo tipo de colectivos de la ciudad de Cuenca preocupados por la crisis climática y sus efectos sociales y que impulsa acciones concretas hacia una transición hacia una ciudad baja en emisiones, en contaminación y alta en solidaridad». El propio manifiesto fundacional, fechado el 26 de mayo, señala que Cuenca en Transición nace con cinco organizaciones «pero está abierta a la incorporación de un amplio tejido social de la provincia de Cuenca». Así, señalan que ha solicitado su incorporación el colectivo «Madres por el clima».

Cuenca en Transición destaca que «la pandemia de la COVID-19 ha sido una tremenda lección de la humildad de la sociedad humana dada su vulnerabilidad ante las fuerzas de la naturaleza. Pero a la vez, la fuerte bajadas de emisiones de GEI (Gases de Efecto Invernadero) ha demostrado que es posible vivir en paz con el planeta y que el decrecimiento no es una utopía. Estas enseñanzas deberían servir para que la sociedad se tomara en serio la otra gran amenaza global: la emergencia climática».

En función de estas circunstancias, los impulsores de esta iniciativa ponen de relieve que «la ciudad de Cuenca, como el resto de urbes mundiales debe asumir su responsabilidad respecto a la emergencia climática y empezar a actuar, protegiendo el clima y también a los ciudadanos vulnerables ante la crisis multidimensional que se avecina y que (si no se toman medidas) enviará a la pobreza y a la marginación los sectores más vulnerables de nuestra ciudad. Por eso la economía de proximidad, el mercado local y la agroecología deben ser el motor para permitir medios de vida dignos para muchas familias en paz con el planeta».

Análisis y propuestas de actuación

La plataforma resalta, ciñéndose a la capital conquense, que «las sucesivas corporaciones municipales apenas han dado pasos hacia una transición de bajas emisiones, hasta el punto que ha aumentado el uso del coche en la ciudad en los últimos 10 años». Por otro lado, «el urbanismo disperso, la inadecuada integración de servicios en los barrios y las decisiones políticas equivocadas, dan lugar a un incremento de la movilidad innecesaria, como la que deben hacer los escolares de un extremo al otro de la ciudad dos veces al día».

Asimismo, destacan que la pandemia de la COVID-19 obliga a repensar el uso del espacio público, manteniendo la distancia física entre personas. «Pero el centro de la ciudad está actualmente ocupado por viales y aparcamiento destinado al coche particular y el espacio para el peatón es mínimo hasta el punto de que el contacto entre personas que circulan por las aceras es difícil de impedir y por tanto poner en riesgo su salud».

Cuenca en Transición pone el acento en que «la riqueza en patrimonio natural de la ciudad y su entorno no se ha puesto en valor de manera que sus ríos y riberas son los grandes olvidados a pesar de ser un recurso importante para el disfrute y un sumidero de CO2. Los ríos, riberas y vegas del Júcar, Huécar y Moscas bien gestionados son también un recurso económico infrautilizado». Por último, inciden en que «la gestión de los residuos en Cuenca está estancado desde hace años en el modelo de “usar y tirar” y aunque se hable mucho del reciclado, en realidad el modelo actual recupera una parte mínima de los residuos a pesar de que buena parte de los ciudadanos están concienciados en la separación en origen. Esta situación ha llevado al incremento en los últimos años de los residuos de envases que ocupan todas las zonas periurbanas de la ciudad y en especial sus ríos y riberas».