Mota del Cuervo celebra este domingo el día de la llueca con una caminata cervantina

El canto de la llueca que tendrá lugar en los alrededores del Molino Piqueras y Cervantes durante la tarde de este domingo

Mota del Cuervo arranca el mes de marzo con una de las celebraciones más moteña y molinera, en torno a uno de los dulces más propios del municipio, la llueca, que se canta todos los segundos domingos después de carnaval.

La nueva Junta Directiva de la Asociación de Amigos de los Molinos ha preparado un programa de actividades relacionadas con esta tradición que arrancará con la celebración de la I Caminata Cervantina en colaboración con la asociación de senderismo Molisenda. La salida tendrá lugar en el Pozo de la Aldea para recorrer los lugares más emblemáticos de ese “lugar de la Mancha”.

La Caminata finalizará en el paraje de El Valle, donde se van a elaborar gachas y migas manchegas junto con buenos vinos de la Cooperativa Ntra. Sra de Manjavacas y S.AT El Valle.

A partir de la cinco de la tarde, la fiesta se traslada hasta la sierra de los Molinos para proceder al vuelo de cometas y al canto de la llueca que tendrá lugar en los alrededores del Molino Piqueras y Cervantes. Todas aquellas personas que quieran asistir tendrán a su disposición un trocito de llueca, además de zurra, agua de limón y bolillas para los “chicotes y chicotas”.

El Alcalde, Jacobo Medianero, ha invitado a toda la comarca a participar en esta tradición Moteña. “Debemos seguir impulsando y apoyando nuestras tradiciones porque nos indican de dónde venimos y son la base para alcanzar cualquier objetivo”.

Austión Tirado, presidente de la asociación molinera, animaba a toda la ciudadanía y a todos los visitantes que así lo deseen, a conocer y participar de un programa con el que descubrir muchos rincones y tradiciones de la localidad.

El origen de estos bollos se remonta a tiempos de antaño, se hacían para el domingo de pascua y eran de masa salada, aunque después se hicieron dulces. Se elaboraban de tres tipos y se adornaban con huevos, el caballo en forma muy estilizada, el gallo con la forma de esta ave y la llueca, una rosca cruzada por dos trenzas para regalar a los niños tras el infantil canto petitorio que dice así.

«Esta llueca cucurucada ha puesto un huevo en la cañada, puso uno, puso dos, puso tres … (y así hasta 22). Llegó la madre de Dios y se comió «to», y lo poquito que dejó, me lo comí yo».