Los últimos estudios arqueológicos confirman el origen almorávide del Puente de la Trinidad en el siglo XII

Los trabajos realizados consideran viable llevar a cabo la conexión entre los paseos del Júcar y del Huécar. El arqueológo Santiago Domínguez ha destacado que "no es sólo un puente sino que es un fiel testigo de la evolución que ha seguido la ciudad de Cuenca"

(Foto: Santiago David Domínguez Solera-Ares Arqueología)

Los últimos estudios arqueológicos realizados por Ares Arqueología a petición del Ayuntamiento de Cuenca han confirmado el origen musulmán del Puente de la Trinidad y han fechado sus partes más antiguas en el siglo XII. De forma paralela, consideran viable la posibilidad de llevar a cabo el proyecto de conectar los paseos peatonales del Huécar y del Júcar a través de las zonas del puente más recientes y con menor valor histórico y cultural.

Santiago Domínguez, codirector de los trabajos junto a Míchel Muñoz en la empresa ‘Ares Arqueología’, ha avanzado que en esta ocasión se ha elaborado un completo estudio que ha incluido excavaciones, catas hacia el interior de la estructura, pruebas arqueométricas con carbono 14 y estudios estratigráficos, entre otros. Ya se ha entregado un informe preliminar al departamento de Patrimonio del Gobierno regional y este viernes se entregará el definitivo.

Domínguez ha destacado que lo que más le ha llamado la atención tras este completo catálogo de pruebas es que el Puente de la Trinidad «no sólo es una infraestructura más sino que es fiel testigo de la evolución que ha seguido la ciudad de Cuenca. Desde el momento musulmán, en sus inicios. Después hubo una ampliación en el siglo XV durante el Renacimiento, que es el siglo de esplendor de la ciudad, de crecimiento demográfico que también está reflejado y, por último, ese momento de la Cuenca contemporánea de finales del XIX y principios del XX. Cuando la calle Correría, actual Alfonso VIII, se amplía pues también se amplía el Puente de la Trinidad. Es parte de la historia de Cuenca desde la antigüedad hasta la época actual. No es solamente un puente».

Estas mismas fuentes han indicado que «las cinco pruebas de carbono-14 que han funcionado en el puente nos han datado perfectamente las fases. Nos han fechado sin lugar a dudas todas las obras post-medievales, la parte renacentista y siglo XIX. En la parte más antigua sabemos cómo construyen los musulmanes porque colocaban los sillares en vertical, en vez de horizontal. Eso está claro. Y es así en todas partes. Justamente en la parte musulmana del puente en la que hicimos una prueba de carbono 14 esa no ha dado resultado. Pero son piedras con las mismas proporciones, la misma forma de construir y el mismo tipo de cal que la muralla que tenemos al lado, en el parque del Huécar, dónde sí ha dado resultado positivo el carbono 14». 

En función de los resultados obtenidos, el arqueólogo de Ares estima que los estudios hacen «viable» el proyecto de conexión entre los paseos el Huécar y del Júcar. «Se ha realizado un estudio completo para guiar y poder hacer la conexión. Pero eso ya le toca a los ingenieros y, entre todas las opciones posibles, elegir el equilibrio para que sea la más respetuoso con el patrimonio. Hay tres opciones que pueden ser viables sin que se vean afectadas las zonas más relevantes desde un punto de vista histórico». 

Santiago Domínguez resalta que estos últimos estudios han permitido ‘redescubrir’ el Puente de la Trinidad y es partidario de musealizar la zona para que la ciudadanía puede conocerlo. «Lo teníamos un poco olvidado respecto a Mangana, el Castillo, la Catedral…que parece que eran los monumentos más significativos pero te encuentras que este puente forma parte de la ciudad y nos cuenta su historia. Nosotros vamos a proponer que se musealice y que la gente que pase por ahí entienda este punto, este nudo».

(Foto: Santiago David Domínguez Solera-Ares Arqueología)