La bajada de San Miguel, llena de restos de botellón tras el Domingo de Ramos

"Vaya auténtica vergüenza ajena me da ver así a mi querida Cuenca", denuncia el conquense Víctor Valero en redes sociales.

El Domingo de Ramos es uno de los días más importantes para la ciudad de Cuenca, ya que congrega a miles de conquenses y visitantes en la zona del Casco Antiguo para ver la primera procesión de la Semana Santa. Sin embargo, ya es tradición que tras el desfile los más animados se queden para improvisar un botellón en los alrededores de la Plaza Mayor y el barrio del Castillo.

El conquense Víctor Valero ha denunciado a través de su perfil en la red social X el estado en el que se encontraba la bajada de San Miguel en la noche de este domingo, una vez finalizado el día de festividad. «Vaya auténtica vergüenza ajena me da ver así a mi querida Cuenca. La culpa es principalmente de los que no utilizan las papeleras y los contenedores», criticaba Valero, a la vez que también tiraba la responsabilidad al Ayuntamiento de Cuenca.

El presidente de la Asociación de Vecinos del Casco Antiguo, Jesús Reyes, destaca que desde su punto de vista este Domingo de Ramos ha sido «menos caótico que el año pasado», ya que de momento no ha recibido queja por parte de los residentes de la zona, a pesar de la vandalización del baño público ubicado en la calle Severo Catalina. Sin embargo, ha resaltado que «la situación siempre es la misma y el botellón se sigue haciendo, y es un problema social».

Jesús Reyes opina que el aumento de más efectivos de Policía Nacional por la zona «ha podido provocar que este año no haya habido tantas incidencias», algo que agradece al Ayuntamiento de Cuenca. Sin embargo, insiste en que «siempre se puede hacer algo más». «El Consistorio tampoco puede hacer nada ante el incivismo de la gente, vigilancia y educación», ha destacado el presidente de la asociación vecinal.

Preguntado sobre la nueva ordenanza contra el botellón que está preparando el Ayuntamiento de la ciudad, Reyes insiste en que «aunque esté en vigor, no se puede aplicar para situaciones como las de San Mateo o el Domingo de Ramos». Sostiene que la normativa «está bien como está, pero siempre y cuando se tengan medios para cumplirla o no sea un macro-botellón». «Es un problema social que se nos escapa, es muy profundo», concluye el presidente de la Asociación de Vecinos del Casco.