El próximo miércoles, 31 de marzo, se cumple un año de la muerte por COVID-19 del médico conquense José Ramón Izquierdo. Ese día, el vestíbulo del centro de salud donde trabajaba como facultativo de Atención Primaria, el Cuenca I, albergará a las 12:00 horas una concentración de profesionales en memoria de su compañero fallecido.
Un tributo que se suma a la reciente declaración del galeno como Hijo Predilecto de la ciudad de Cuenca a título póstumo que el pasado jueves aprobó por unanimidad el Pleno Municipal tras una propuesta del Colegio de Médicos.
Perteneciente a una conocida saga de sanitarios, casado y con dos hijos, tenía 61 años cuando contrajo la enfermedad tras trabajar en primera línea en las primeras semanas de la eclosión de la enfermedad. Falleció tras una estancia prolongada en el Hospital Virgen de la Luz. Una pérdida que causó gran conmoción en la sociedad conquense, donde se había convertido en una personalidad respetada y querida por su actividad profesional y buen trato entre los pacientes así como por su implicación en ámbitos como el Deporte.