Continuando la agenda de la delegación del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, de la que forma parte el alcalde de Cuenca, Darío Dolz, el grupo se ha reunido en París con el director del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco. En este encuentro, celebrado el lunes 12 de mayo en la Embajada de España en París han aprobado impulsar el protocolo denominado ‘Declaración de Salamanca’, para responder a los actos vandálicos contra el patrimonio cultural.
La presidenta del Grupo, Goretti Sanmartín ha resaltado que “son necesarias fórmulas novedosas y eficientes para armonizar la convivencia ciudadana, la respuesta del Código Penal y la actuación municipal». Estos son los motivos que han llevado a la aprobación de este protocolo «pionero y con vocación internacional» para dar respuesta al vandalismo a través de medidas como «sanciones por faltas y delitos contra el patrimonio cultural, además de la cuantificación de los coeficientes específicos que se puedan aplicar en el marco de una nueva regulación que califica el coste de la restauración del daño”, explica la presidenta.
La ‘Declaración de Salamanca’ servirá para fomentar el intercambio de experiencias y estrategias de lucha contra la vandalización del patrimonio cultural distintos organismos e instituciones como el Ministerio de Cultura, la Asociación Nacional de Conjuntos Históricos, la Federación de Municipios y Provincias o el Comité Nacional Español del Consejo Internacional de Municipios y Sitios (ICOMOS). Este texto profundiza en el daño irreparable se produce al dañar el patrimonio y contempla variables que incluyen nivel de protección legal; tipo de daño y reparación, valor económico, antigüedad, tipología, singularidad, universalidad, valor cívico, valor histórico, artístico, simbólico, identitario o valor ambiental, entre otros.
Para la valoración de los atentados contra el patrimonio cultural, se establecen los siguientes criterios ponderables: el valor histórico o estético; el valor de uso, el valor de antigüedad, el valor de identidad y/o popular, el valor tipológico y/ o de singularidad, el valor urbanístico y ambiental, así como el valor de la autenticidad. A todos estos valores intrínsecos del bien cultural se les otorga un porcentaje de ponderación que oscila entre el 20% para el Bien de régimen común, llega al 50% para el Bien catalogado o inventariado y hasta el 100% en el caso del Bien de Interés Cultural (BIC) o el Bien declarado Patrimonio Mundial.
El Grupo también pretende que este protocolo sirva para la creación de fondos de documentación específica de las intervenciones realizadas en limpieza, la elaboración de mapas de agresiones para la determinación de áreas de vandalismo preferente y la incorporación de la documentación sobre los diferentes sistemas químicos y físicos utilizados en la limpieza y restitución de los bienes históricos dañados.
Para las líneas directas de colaboración en sostenibilidad y protección de los cascos históricos que acordaron las ciudades Patrimonio con el director del Centro de Patrimonio Mundial de la Unesco, Lazare Eloundou Assomo, la presidenta expuso los resultados de las jornadas de Salamanca contra el vandalismo cultural como un referente de buenas prácticas en materia de conservación del patrimonio. Eloundou invitó al grupo a participar en el próximo Comité de Patrimonio Mundial que Unesco organiza en París en el mes de julio, en el que las ciudades Patrimonio compartirán el nuevo protocolo contra actos vandálicos.