Una ciudad con cada vez menos niños. Según los datos recientemente difundidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE), durante 2021 nacieron 341 bebés de madres residentes en Cuenca capital, lo que supone un nuevo mínimo de alumbramientos en lo que va de siglo XXI. El anterior mínimo se había alcanzado precisamente en el ano inmediatamente previo, 2020, cuando se habían registrado 355.
Los números ahora publicados, que son de carácter provisional, reflejan ya el impacto de la eclosión de la pandemia del coronavirus en la natalidad local, que ha agudizado una tendencia descendente previa. La irrupción de la SARS-CoV-2 también ha coincidido con un descenso de nacimientos en el conjunto de Castilla-La Mancha (de 14.738 a 14.498) y de España (de 341.315 a 336.811). El fenómeno contrario se ha producido en la provincia conquense, donde se ha experimentado un aumento: de 1.193 nacimientos en 2020 a 1.297 en 2021.
En un bienio, la cantidad de neonatos en la ciudad de Cuenca se ha reducido en 84, lo que significa casi un 20%. En un lustro el retroceso se cifra en 168 bebés, un 33%. Y en una década la bajada es del 43%, 258 menos. Nacen casi la mitad de niños que en 2008, cuando con 624 se alcanzó el máximo de la década coincidiendo con el cénit de una época de bonanza económica y demográfica paralela a la burbuja inmobiliaria, que explotaría poco después desencadenando una profunda crisis.
