A vueltas con la seguridad del nuevo paso peatonal del Puente de la Trinidad

El Ayuntamiento defiende que se descartó instalar barandillas para no alterar la vista del puente y su entorno, tal y como sucede en otros puntos

La reciente apertura de las obras que han permitido el paso de peatones bajo el Puente de la Trinidad han estado acompañadas de polémica, la más reciente expuesta por el Grupo Municipal Popular en el Pleno Ordinario del mes de junio del Ayuntamiento de Cuenca referente a la altura a la que ha quedado el muro de mampostería respecto camino peatonal. Los populares elevaron un ruego al Equipo de Gobierno solicitando que se realicen las actuaciones necesarias conforme «para salvaguardar la seguridad en dicha zona», según exponía el edil del PP, Juan Guadalajara.

A pesar de que existe «una pequeña zona de seguridad ajardinada» entre el paso de peatones y el muro que separa el cauce del río, Guadalajara refería que la cota del nuevo camino ha quedado «prácticamente a la misma altura del muro de mampostería», lo que, según asevera el edil popular ha preocupado a «grupos, vecinos de la zona y ciudadanos» que advertían de la peligrosidad. Por su parte, Guadalajara ha recordado que ante cualquier incidente no deseado el Ayuntamiento «sería directamente responsable».

El concejal responsable de Urbanismo e Infraestructuras, Adrián Martínez Vicente, señalaba que el propio alcalde dirigió un escrito el 10 de junio a los técnicos municipales y técnicos que dirigían la obra solicitándoles que se pronunciaran respecto a la colocación o no de dicha barandilla. En la contestación, los responsables manifestaron que aunque se valoró incluir más protecciones, «en la margen derecha del Huécar, aguas abajo del puente de la Trinidad, no existe barandilla de delimitación al otro lado del puente entre cauce y senda colindante sin que ello haya supuesto ningún problema», según exponía el concejal, por lo que «se decidió no ejecutar más barandillas para dejar una visión más limpia del muro del puente».