«A quien desprecia la novela negra le digo que muchos grandes autores han escrito libros de este género»

Entrevista con Sergio Vera, director del club de lectura "Las Casas Ahorcadas"

Es fácil charlar con Sergio Vera. La conversación fluye de manera natural con alguien que destila pasión por lo que hace, en este caso, hablar de novela criminal, que es cómo denomina el club que dirige, Las Casas Ahorcadas, al género que dedica sus lecturas y actividades. Premiado como mejor club de lectura de Castilla-La Mancha en 2016, Las Casas Ahorcadas es una asociación de apasionados de un género que aúna a millones de lectores en el mundo entero y al que Sergio reivindica como literatura con mayúsculas.

– ¿En qué situación se encuentra el club Las Casas Ahorcadas cuando todavía estamos inmersos en la pandemia?

Estamos a medio camino entre lo virtual y lo presencial pero también con un intento de aprovechar las ventajas que tiene la virtualidad. Teníamos muchas ganas de reunirnos presencialmente después de año y medio sin poder hacerlo y lo hicimos en septiembre de este año, pero el hecho de haber estado un año y medio usando el zoom también nos permitió mantener un sinfín de encuentros virtuales con autores y con expertos en determinados periodos históricos y eso nos gustó porque nos funcionaba bastante mejor de esa forma, así que este año aunque teníamos muchas ganas de hacer encuentros presenciales al mismo tiempo hemos mantenido un ciclo de encuentros virtuales, que hemos llamado «Verano negro» porque son encuentros con los autores que propusieron los miembros del club a través de las reseñas de los libros que más les habían gustado, así que dependiendo del tipo de acto lo hacemos presencial en la biblioteca de Aguirre o por Zoom.

– Lo que todavía no habéis recuperado es el festival. 

No, pero esperamos recuperarlo para mayo del año que viene. Estas Navidades aprovecharé para ir terminando de perfilar el programa para en enero empezar a pedir a las instituciones que nos apoyen.

– Esto, como tantas otras cosas, se hace a base de pedir, tanto a las instituciones como a los socios.

A base de pedir poco, nada para uno y dar todo lo que puedas. En total reunimos unos 8.000 euros, que sólo dan para desplazamientos, hotel y manutención. Ni cobra nadie, ni desde luego cobra el que organiza, así que más que low cost es no cost.

– ¿A cuánta gente agrupa el club Las Casas Ahorcadas?

No tengo el número exacto pero somos más de 60 y otra de las ventajas que tenía lo del Zoom es que hubo gente de otros lugares, como Tarancón, que se aficionaron durante el confinamiento y todavía se suelen sumar, incluso gente de fuera de Cuenca, de hecho el ciclo «Verano negro» lo organizamos en colaboración con la red de bibliotecas de Castilla-La Mancha, que nos adquiere licencias digitales de los libros, y abrimos el club de lectura a toda la comunidad autónoma. Este año empezamos con Claudia Piñeiro, que es una escritora argentina muy prestigiosa, y es algo que nos permitió la virtualidad, porque de forma presencial no hubiéramos podido traerla.

– ¿Qué tipo de actividades realiza el club de forma cotidiana a lo largo del año?

Tenemos diferentes actividades, lo primero estructuramos el curso en torno a un tema, hasta los diez primeros cursos fueron en torno a la novela negra de un país y su evolución y eligiendo a ser posible novelas que tuvieran adaptación cinematográfica porque eso siempre da bastante juego. El año pasado le quise dar una vuelta y en vez de ser en torno a países los estoy empezando a estructurar en torno a temas; el año pasado se tituló «Los misterios del tiempo» en homenaje a la serie y lo dedicamos a la novela negra histórica, desde el antiguo Egipto hasta la Edad Media. Empezamos con una de Agatha Christie y llegamos hasta la Edad Media con «El nombre de la rosa» de Umberto Eco. Tuvimos varias conferencias muy interesantes sobre distintas épocas históricas, la verdad es que fue un lujo y aprovechamos la novela negra histórica para viajar a otros lugares.

“Algo que me hace mucha ilusión es hacerle un homenaje a Lobo, el espía que se infiltró en E.T.A., a través de Fernando Rueda, su biógrafo y el mayor especialista en espionaje que hay en España”

– ¿Y este año?

Este año el curso gira en torno a la novela de espionaje y vamos a combinar autores nacionales con internacionales muy consagrados. El ciclo general se titula «Más de 007, espías británicos de película» y empezamos con «Los 39 escalones» y «Agente secreto», ambas adaptadas al cine por Alfred Hitchcock, porque la idea es que sean novelas británicas adaptadas al cine, el pasado viernes comentamos la primera novela de James Bond, «Casino Royale», con un autor amigo mío que se llama Javier Márquez Sánchez que ha escrito mucho sobre Bond y tiene hasta la pistola real.

En paralelo a esto tenemos el ciclo con autores españoles de espionaje que he llamado «Operación Anacleto» con la idea de buscar novelas de espionaje de autores españoles que además estén ambientadas en España para conocer el espionaje tanto de ficción como real en nuestro país y después de Navidad vamos a tener a Francisco Castillo, un autor que tiene una serie en la que el protagonista es miembro del CNI. Y algo que me hace mucha ilusión es hacerle un homenaje a Lobo, el espía que se infiltró en E.T.A., a través de Fernando Rueda, su biógrafo y el mayor especialista en espionaje que hay en España, que va a venir a dar una charla y Lobo se conectará como colofón a ella aunque no lo podamos ver porque sigue estando protegido y amenazado. También vamos a tener un encuentro con un autor que es miembro en activo del CNI por lo que tendremos que hacer el encuentro sin cámara y por chat para mantener su anonimato.

– Además tenéis el premio Tormo Negro.

Efectivamente, el premio Tormo Negro Masfarné, que es posible gracias al apoyo de esta empresa y en el que premiamos al libro que más ha gustado a los socios del club a lo largo del año. La condición es que pueden votar los miembros del club que han leído al menos el 80% de los libros seleccionados en el año. Hay dos vueltas, una antes del verano en la que hacemos una primera criba y otra en septiembre en la que se elige el ganador del premio.

– ¿Las Casas Ahorcadas es un club exclusivamente de novela negra o no sois muy puristas en ese sentido?

Si ves nuestra página web verás que nos definimos como un club de novela criminal. Utilizamos la definición que hacía nuestro paisano Ángel Luis Mota en su tesis doctoral y leemos novelas que giran en torno al crimen, no únicamente novelas negras en sentido estricto, que es la que surge después de Hammett o de Chandler, novelas mucho más realistas y con un componente de crítica social, así que dentro del club de lectura se aglutina tanto novelas de misterio como novelas negras y thrillers, por eso en ese paraguas puedo meter la novela de espionaje y otros tipos de novela criminal. Por ejemplo, la novela que ganó nuestro premio en su segunda edición era una novela negra de zombies, así que yo no soy muy purista porque si te pones tan quisquilloso al final te limitas mucho.

– ¿Los lectores de novela negra o criminal os sentís infravalorados con respecto a los sesudos lectores de ensayos o tesis doctorales?

Yo soy doctor y nadie va a ser más crítico con el mundo académico que yo, y además lo soy siempre. Creo que hay mucho snobismo en todo este tema, libros como el Quijote en su momento la literatura más sesuda que se podía leer. Poco a poco se van combatiendo esos prejuicios pero sí que es cierto que dentro del ámbito académico sigue habiéndolos. Yo a quien desprecia la novela negra les digo que los últimos premios Princesa de Asturias han escrito novela criminal o de género, y lo mismo pasa con los premios Cervantes e incluso algún Nobel, y desde luego lo que no se puede negar es que es uno de los géneros más leídos en la actualidad.

– Ante el éxito hay que descubrirse y este tipo de literatura atrae a muchas personas pero me gustaría preguntarte si los lectores de novela negra o criminal leen otros géneros o se centran mayoritariamente en éste.

Esto es como todo, yo sí soy muy friki de este género pero en el club hay gente con un nivel cultural brutal que ha leído y lee de todo. Yo llevo 122 novelas leídas este año y leo a determinados autores que no son estrictamente escritores de novela negra pero que sí que hacen incursiones en el género. Ahora quiero leer «Santuario» de William Faulkner para un hipotético curso sobre novela negra rural; el año que viene probablemente vamos a leer «Gomorra» para dedicarnos a la mafia, o a García Márquez con «Noticia de un secuestro» para abordar el narco colombiano. Son nombres muy sonoros de la literatura universal que han tocado el género, con lo cual no es excluyente una cosa y otra. 

-¿Tú tienes algún mito por encima de los demás dentro de literatura negra?

En plan autores muy encumbrados no. Una de las cosas que más ilusión me ha hecho desde que empecé el club de lectura fue traer a un autor italiano que se llama Massimo Carlotto que estuvo 17 años en la cárcel por un crimen que no cometió y es un modelo para mí tanto en lo literario como en lo humano. Ver la paz que transmitía, el saber estar, la humanidad de alguien que estuvo tanto tiempo en la cárcel por algo que no cometió fue algo que admiro enormemente.

También añadiría a Domingo Villar, el autor de «La playa de los ahogados» y de la serie posterior fundamentalmente por dos razones, la primera es porque vino sin cobrar un duro a Las Casas Ahorcadas el día que se celebraba la noche de los libros en Madrid, que es un día que se venden muchísimos ejemplares, y la segunda porque en un viaje familiar a Galicia le llamé y quedó con nosotros en Moaña, que es donde discurre la novela, y nos enseñó todas las localizaciones donde tiene lugar la acción y terminamos comiendo en un restaurante que también aparece en el libro, nos trató extaordinariamente y nos hizo sentirnos de maravilla. Encontrar gente así no es nada fácil.

– ¿Cuál es tu opinión sobre el fenómeno de la novela negra nórdica, cuando uno tiene la idea de esos países como paraísos del estado del bienestar pero que es esas novelas se describen de una forma bien distinta?

Un autor amigo mío, Claudio Cerdán, ha estado viviendo en Suecia unos cuantos años y dice que aquello es lo más aburrido del mundo, que todo lo que se cuenta en los libros es mentira, puedes dejarte la puerta abierta y no entra nadie en tu casa. Yo la verdad es que me he negado a dedicar un curso todavía a la novela negra escandinava precisamente por todo lo que nos la han metido con calzador. Yo antes de Larsson había leído a Henning Mankell y poco más, pero pegaron el pelotazo y empezaron a salir autores de debajo de las piedras.

“Una de las cosas que más ilusión me ha hecho desde que empecé el club de lectura fue traer a un autor italiano que se llama Massimo Carlotto que estuvo 17 años en la cárcel por un crimen que no cometió y es un modelo para mí tanto en lo literario como en lo humano”

– ¿Y en cuanto a la literatura negra española cómo se ve fuera de nuestras fronteras?

Yo he leído algún libro sobre eso y por ejemplo en Gran Bretaña, aparte de Montalbán o González Ledesma, que son autores de la transición, luego ya daba el salto a Alicia Giménez Bartlett, que también es muy leída en Italia, a Lorenzo Silva y también dos autores que tienen nuestro premio, el Tormo Negro Masfarné, Domingo Villar y Toni Gil. Fue muy ilustrativo y me gustó ver la perspectiva que se tiene fuera de nuestra novela negra.

– Te voy a hacer un cuestionario con nueve nombres y me los defines lo más brevemente posible. El primer nombre es Dashiell Hammett.

El padre

– Raymond Chandler

El hijo

– Georges Simenon

Un tostón

– Henning Mankell

Un poco olvidado ahora

– Stig Larsson

Sobrevalorado

– Jo Nesbo

Adictivo

– Juan Madrid

Referente

– Manuel Vázquez Montalbán

Otro que te podría decir sobrevalorado

– Y para terminar, Lorenzo Silva

Para mí Lorenzo Silva es el principio de todo porque era mi autor de adolescencia y por el que empecé todo esto.