El Diario Oficial de Castilla-La Mancha (DOCM) publica este jueves la nueva convocatoria de canales cortos de comercialización, una línea en la que se trabaja desde el Gobierno regional en colaboración directa con sector agroalimentario. Se trata de poner en contacto a agricultores y ganaderos de manera directa con los consumidores, a ser posible sin ningún intermediario o como máximo con uno. Y para ello se ponen a disposición de los productores un total de 1,1 millones de euros en ayudas públicas, con 100.000 euros máximo por proyecto.
Este anuncio lo ha realizado el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, Francisco Martínez Arroyo, de manera previa a la reunión del Comité de Dirección del Instituto Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario y Forestal de Castilla-La Mancha (IRIAF), celebrada en su sede de Tomelloso (Ciudad Real).
Según ha resaltado el consejero, en la pasada convocatoria se llevaron a cabo proyectos por importe de 400.000 euros, mientras que con esta nueva, que se publica mañana jueves, “pretendemos agotar los fondos”, para que con una colaboración público-privada, los ganaderos y agricultores lleguen de manera directa a los consumidores. Este método es totalmente compatible con la venta directa ya en marcha y regulada en la región a través de un decreto.
Seguridad en las campañas agrícolas
Además, el consejero de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural ha dado cuenta de la publicación este miércoles, en el Diario Oficial de Castilla-La Mancha, de la orden para regular las campañas agrícolas que se van a producir en Castilla-La Mancha.
En este sentido, ha añadido que “somos conscientes de la necesidad de combinar la salud pública con la actividad económica, garantizando el desarrollo de actividad y la trazabilidad en caso de contagios por la Covid-19”.
Martínez Arroyo ha recordado que el año pasado se produjeron pocos brotes en el sector, gracias al compromiso de agricultores y ganaderos. Asimismo, ha detallado que, en caso de detectarse alguno en las campañas que comienzan de manera inminente en el territorio regional, se cuenta con esta orden que tiene el aval compartido de las consejerías de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural, de Sanidad y de Economía, Empresas y Empleo. Se obliga, como ya sucedió el año pasado, a que los empresarios dispongan de un control de las personas que trabajan en las explotaciones para que en caso de un caso positivo se pueda realizar bien el rastreo.
Las campañas agrícolas comienzan este mismo mes de marzo con la del espárrago, y le seguirán las del albaricoque, entre mayo y julio; y posteriormente, las de los cultivos del ajo, el melón y la sandía. Unidos a las de la recogida de la uva y la aceituna, “se regulan todas las campañas” de la región, según ha señalado el consejero.
