El barón socialista y presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, ha realizado sus primeras declaraciones en «Herrera en Cope» tras haberse publicado el informe de la UCO, que implicaba a la cúpula del Partido Socialista y que ha desatado una reacción en cadena con la dimisión de Sánchez-Cerdán y una crisis interna en el PSOE. El líder castellanomanchego ha apuntado a un estado de aislamiento desde la directiva, el estado de unas posibles elecciones adelantadas o hasta dónde podría llegar la trama que implica a los altos cargos del socialismo desde la «libertad» que, dice, le otorga no encontrarse «en ninguna carrera sucesoria» ni tener «ambiciones orgánicas».
Elecciones adelantadas imposibles y grabaciones como «bombas racimo»
El eco de unas posibles elecciones, que lleva resonando desde antes de la salida de el informe de la UCO, ha llevado al líder socialista regional a a afirmar que Sánchez «formalmente puede dimitir», pero que necesita su posición como presidente del Gobierno para que no trasciendan «las cosas que más le preocupan a él y a su entorno, que no salen en los periódicos». Page ha referido que «el Gobierno actual depende de la extrema derecha nacional», porque, dice, se sustenta en la negativa a convocar elecciones debido a que ganaría los comicios, y «depende de la extrema derecha independentista» que da «oxígeno» al Gobierno y que, según el líder regional «amenaza la unidad y la igualdad entre los españoles con tintes xenófobos».
Es precisamente ese entorno del líder nacional el que Page ha señalado que tiene en su poder grabaciones «de todo», por lo que dice intuir «por las amenazas de Koldo y Aldama» que «queda mucho por salir» y que hay que «atarse los machos» con las conversaciones que están guardadas en «los pendrive y discos duros de algunos ministros» a las que califica como una «bomba racimo».
Pulso al Partido Socialista: falta de credibilidad
Tomándole el pulso al Partido Socialista, Page ha referido que «la situación política del país está en un callejón sin salida» y que para los socialistas es un momento de reflexión porque «el PSOE es mucho más que Sánchez o que Ábalos», recordando a compañeros que «nunca pierden el aliento» y que, dice, se vieron abocados a la oposición «por la malísima campaña nacional que se hizo en las municipales». Page ha destacado muchos militantes que «se han ido escapando del PSOE» y otros a los que, dice, «se les está pidiendo ahora una fe ciega».
García-Page ha resaltado que cree que este «es el momento más grave de credibilidad para el Partido Socialista en toda su historia reciente», un momento en el que, dice, «muy poca gente cree a la dirección». El presidente regional ha aprovechado para mostrar su apoyo a la justicia, a la UCO «y a tantas personas que aguantan ataques, y no de cualquiera, si no a veces de los propios ministros que tendrían que velar por su buen funcionamiento».
El líder castellanomanchego señala que «hay que tener claro que un partido político está al servicio de la opinión pública» y que es necesario «anteponer los intereses de España». Sobre la «excusa» de la posible victoria electoral de la extrema derecha, Page señala que «en vez de insultar a la extrema derecha, que eso no te da ningún mérito y lo hacemos cualquiera, lo que hay que hacer es ganar en las urnas».
García-Page, una de las voces más críticas
Ante los primeros comentarios de las voces críticas, Page ha resaltado que va a iniciarse una campaña en la que el sector más crítico, del que él forma parte, será desprestigiado e incluso ha apuntado a que serán ciertos miembros de la propia administración los que busquen «entramparlos». Page acusa que lleva «mucho tiempo y en ocasiones muy en solitario» realizando esas manifestaciones críticas de lo que para él «debería ser el PSOE» y apunta a quienes han guardado silencio «ante obscenidades como la amnistía o la rebaja hasta en dos ocasiones el delito de malversación para ponerlo al listón del delincuente».
Llegado ese momento, el líder castellanomanchego se ha erigido como uno de los responsables que lucharán porque la sociedad española mantenga en la memoria lo que es el PSOE «sin apellidos» que se representa en figuras, señala, como la de Felipe González. Page ha señalado del mismo modo la importancia de distinguir «quién sirve a España y quién se sirve de España, y quién apoya al PSOE o se apoya en el PSOE» que, puntualiza, «es una cosa muy distinta».
Financiación irregular y los «Koldo» castellanomanchegos
Sobre la posible financiación irregular del PSOE en este capítulo, Page ha negado rotundamente que el partido se haya beneficiado de forma ilegítima porque «los que pedían dinero no tienen el más mínimo cariño por el Partido Socialista» y que en el partido «era en lo último que pensaban». Por ello señala no contemplar «la más mínima posibilidad de que dejaran un poquito para el PSOE». El líder socialista manifiesta que su partido, al igual que todos los demás «está en la ruina» y que considera bueno «que se mantengan con las aportaciones institucionales y de sus cargos». El presidente de Castilla-La Mancha ha afirmado que hubo «algún intento indirecto» de los comisionistas para sacar rédito «a través del aeropuerto de Ciudad Real», pero que su Gobierno «no cayó» en este asunto aunque «ninguna administración está exenta de que se cuele un contrato».