El consejero de Sanidad, Jesús Fernández Sanz, ha explicado que el Gobierno de Castilla-la Mancha realizará un cribado serológico a lo largo del mes de agosto a los profesionales de Educación, para que el curso educativo comience con la máxima seguridad.
Fernández Sanz ha indicado que la prueba consistirá en un pinchazo en el dedo a través del cual se conocerán dos parámetros, si el profesional ha tenido la enfermedad y si el profesional la tiene en curso o la ha tenido recientemente.
Estas pruebas se realizarán en ocho centros hospitalarios de la región, el Hospital de Albacete, el Hospital de Cuenca, el Hospital de Ciudad Real, el Hospital Mancha Centro, el Hospital de Puertollano, el Hospital de Guadalajara, el Hospital de Toledo y el Hospital de Talavera de la Reina.
“Lo más importante de cara al inicio del curso escolar es el uso de la mascarilla, como homenaje a la ciudadanía”, ha asegurado Fernández Sanz, explicando que esta medida del uso obligatorio de la mascarilla es por motivo de seguridad y salud comunitaria.
A esta medida se debe añadir el lavado de manos y la toma de temperatura a la entrada de los centros, “ya que se ha comprobado que uno de los síntomas que más ha prevalecido en Castilla-la Mancha por el coronavirus, ha sido la fiebre”, resaltaba Fernández Sanz.
En otro orden de cosas, el consejero ha destacado que Castilla-La Mancha es actualmente una de las Comunidades Autónomas con menor capacidad de contagio, con un índice de 12,5 por 100.000 habitantes, mientras que la media nacional es de 35 por 100.000 habitantes.
