El recinto ferial La Hípica acoge desde este jueves hasta el domingo el Oktoberfest, la famosa fiesta alemana de la cerveza que se ha ido extendiendo por el mundo. La entrada al evento es gratuita y en él se podrán degustar las mejores cervezas y productos de la gastronomía de Alemania.
El horario en el que estarán abiertas las puertas al público será el jueves de 18:00 a 00:00 horas, el viernes de 16:00 a 00:00 horas y el sábado y domingo de 12:00 a 00:00 horas. Se desarrollará tanto en el interior del recinto ferial La Hípica como en los exteriores y contará con medidas para garantizar la distancia de seguridad entre los asistentes.
El organizador del evento, Pablo García, explica a Voces de Cuenca que habrá grifos de cerveza Paulaner original del Oktoberfest de Múnich, la ciudad donde comenzó el festival. De forma concreta, se servirán dos variedades de esta marca: la ‘weissbier’, una cerveza de trigo típica de la región de Baviera, al sur de Alemania, y la lager, la cerveza rubia de cebada.
En cuanto al apartado gastronómico, también muy importante en esta fiesta, se servirá la comida típica del evento en Alemania, como son las salchichas típicas alemanas; el ‘currywurst’, una variedad de salchicha cocida o asada a la parrilla que se presenta cortada en rebanadas y acompañada en salsa; codillo al estilo alemán y ‘bretzels’, un tipo de galleta en forma de lazo que tiene un sabor ligeramente salado y que también es originaria de la zona.
La fiesta estará tematizada con el ambiente tradicional alemán, con bancos corridos en los que eso sí, se guardará la distancia de seguridad entre grupos de asistentes. El pabellón estará completamente ambientado para trasladar a los participantes a una localidad alemana. Además, la organización está ultimando diferentes actividades que complementarán los festejos, como regalos, sorteos y espectáculos.
El Oktoberfest es la fiesta popular más grande de Alemania y una de las mayores del mundo. Su origen es la ciudad bávara de Múnich desde 1810. Es una fiesta que se ha ido popularizando con el paso de los años y extendiendo por el resto de países. Para cumplir con la tradición, únicamente se puede servir con cerveza que cumple con la Ley de pureza decretada por Guillermo IV de Baviera, y que establece unos cánones de calidad para la bebida.
