Dos años de espera más un traslado en Cinco Llagas: el Cristo de la Vera Cruz ya suma para las Siete Palabras

Breve pero solemne desfile procesional preparatorio del Cristo del Lunes Santo entre San Pedro y la Catedral

La aguanieve que sobre las tres y media de la tarde cayó sobre Cuenca hizo temer la suspensión, pero finalmente la meteorología se contuvo y la hermandad de la Vera Cruz pudo celebrar este domingo el solemne traslado procesional de su Cristo titular desde la iglesia de San Pedro hasta la Catedral. Era la primera vez que el acto de llevar la sagrada imagen de un templo a otro para su puesta en andas se celebraba con ese formato, que la cofradía ha decidido asumir por vestir con mayor empaque esos trámites previos. La cita, con vocación de continuidad, ha servido también para resarcirse por no haber podido celebrar el cortejo que estaba previsto por el mismo itinerario para el 9 de mayo de 2020 dentro del programa del XXV aniversario de la corporación y que hubo de suspenderse por la pandemia.

Casi dos años después, a las cinco y media de la tarde, la sencilla pero ceremoniosa procesión ha partido de la parroquia de San Pedro para bajar hacia el antiguo convento de las Carmelitas (actual Fundación Antonio Pérez). Desde ahí ha continuado por la ronda de Julián Romero hasta las inmediaciones de la necrópolis catedralicia y, tras asomarse brevemente hasta una Plaza Mayor en las que aguardaban varias decenas de fieles, acceder a la Catedral.

El poeta Federico Muelas reivindicaba en sus artículos y pregones que las procesiones de la Semana Santa conquense aprovechasen los recovecos de la ciudad, que exprimieses al máximo su paisaje y se adentrasen todavía más por callejuelas y angosturas. La inercia y las servidumbres logísticas de los conjuntos impidieron que esos deseos y propuestas del literato se aplicasen, pero este tipo de cortejos permiten satisfacerlo aunque sea parcial y efímeramente, regalando nuevas estampas y territorios para la causa nazarena como ya hiciera el añorado traslado del Ecce Homo de San Miguel.

El rezo de las Cinco Llagas, en referencia a las cinco heridas que recibió Jesús en la Cruz, ha marcado el recorrido, que ha quedado dividido en cinco paradas para ir desgranando la oración: una en Las Carmelitas, otra en el Cristo del Pasadizo, la tercera en el Mirador de Florencio Cañas, la cuarta en la Posada San José y la quinta ya en la Necrópolis. Un ejercicio de devoción que ha sido un guiño al pasado de la hermandad: cuando hace más de un cuarto de siglo se estaba diseñando el esquema de la procesión del Lunes Santo se pensó en estructurarla según las Cinco Llagas pero, finalmente y como es historia ya conocida, los promotores se inclinaron por las Siete Palabras que el Mesías pronunció desde la Cruz como hilo conductor.

Una treintena de hermanos repartidos en cinco turnos de seis han llevado al Cristo del siglo XVIII -escuela andaluza, presumiblemente cordobesa- que pasó de objeto de anticuario a imán devocional. En este caso, es más exacto hablar de portadores que de banceros, pues la imagen no se ha llevado en andas y erguida sino tumbada y directamente sobre los hombros de las mujeres y hombros que han mostrado su agonizante rostro a la ciudad.

La escultura iba adornada con un contenido exorno floral y precedida del estandarte identificativo de la hermandad. No han faltado los faroles característicos ni tampoco la campana que anuncia la llegada de la procesión penitencial de la Vera Cruz. En uno de esos fenómenos sinestésicos tan propios de la Pasión conquense sonaba a noche cerrada por más que la primavera sostuviera el día -y un sol tímido pero vigente- sobre los cielos de Cuenca.

A ello también ha ayudado la rapidez con la que se ha desarrollado la cita. En menos de una hora se había alcanzado el objetivo. Tras un breve pero emocionante trayecto por las naves de la Catedral, ha empezado la puesta en andas propiamente dicha. Todo ha quedado listo para dentro de ocho días, para ese Lunes Santo que, si las nubes no lo impiden, lucirá en las vitrinas como el trofeo a tanta paciencia. Dos años de espera + Cinco Llagas: Siete Palabras anheladas. Pura y sacra matemática.

GALERÍA FOTOGRÁFICA DE LA PROCESIÓN