La patrona de Tarancón procesiona entre una multitud de devotos en el nuevo itinerario por la pandemia

La mayor sencillez, no restó brillantez a la procesión entre ambas parroquias de la ciudad, la Asunción y San Víctor y Santa Corona

Sobre la barca, surcó las calles de la ciudad, en un nuevo itinerario, seguida por millares de personas en todo el recorrido, desde la Parroquia Mayor Nuestra Sra de la Asunción, hasta la de San Víctor y Santa Corona, entre la devoción, el respeto y la emoción de los miles de fieles devotos de Tarancón e incluso de la comarca.

Solamente los estandartes de la propia Hermandad, escoltando tras la Cruz de Procesión, delante de la carroza, sobre la cual, la Patrona de la Noble Ciudad, alcaldesa perpetua honoraria, Nuestra Sra de Riánsares, ha sido el centro de atención en el multitudinario seguimiento desde el Arco de la Malena hasta su recogida en la Parroquia San Víctor y Santa Corona. En el nuevo recorrido, además con las cámaras de la televisión regional en directo testigo de este nuevo recorrido y el fervor de cuantos han seguido la procesión.

En la representación religiosa, junto a los dos párrocos, vicarios y representantes de la orden Franciscana con el predicador de las novenas al frente. Tras ellos, miembros de la junta directiva de la Hermandad, con el presidente Francisco Arcas al frente. Las autoridades, con el alcalde a la cabeza, junto a él, el presidente de la Diputación Álvaro Martínez Chana y la delegada de la Junta María Ángeles Martínez y el Teniente Coronel de la Guardia Civil, Alejandro Rodrigo. Concejales del equipo de Gobierno la casi totalidad, el Grupo Popular y el concejal de Vox. Cerrando la Agrupación Musical Nuestra Sra de Riánsares.

A pesar de la ausencia en esta ocasión de los estandartes de las Hermandades, movimientos parroquiales y otros colectivos y no contar con la pólvora en su honor, no ha perdido la esencia y brillantez con la que la patrona sale a las calles de Tarancón, recibiendo el calor de los hijos como diría el párroco de “creyentes y los no creyentes” con respeto, en silencio y con fe y devoción en la esperanza de poder volver a la normalidad.

 Una procesión inusual y excepcional para la patrona en el día grande de las fiestas, pero al menos se ha visto la imagen en las calles y eso ya ha sido emotivo y le ha dado la brillantez y solemnidad adecuada.