La pandemia no puede con la devoción a la Virgen de Riánsares en el día grande de la patrona taranconera

Cuatro misas se han celebrado en la iglesia parroquial de La Asunción, entre ellas la "Mayor" de las 11 de la mañana, con ofrenda floral previa por parte del alcalde

Jesús Gabaldón / Vocesdecuenca.es

Tarancón suspendió por la pademia coronavírica las fiestas patronales aunque eso no ha impedido que este 8 de septiembre haya honrado, aunque de manera diferente y sin procesiones, a la Virgen de Riánsares. Cuatro eucaristías se han celebrado en la festividad de la patrona de taranconera en la iglesia parroquial «mayor» de Nuestra Señora de la Asunción. Entre ellas la Misa Mayor, que ha conservado su horario tradicional de las 11 de la mañana. El oficio religioso ha sido concelebrado por el párroco titular, Miguel Alberto López; por el predicador de este año, Miguel A. Solera; y el Párroco de San Víctor y Santa Corona, Miguel A. Caballero. También han participado los vicarios parroquiales y los representantes de los Padres Franciscanos, entre otros sacerdotes.

Previo al inicio de la función religiosa del día de la patrona, el alcalde, José Manuel López Carrizo, en nombre de la ciudad y de los vecinos de flores ha depositado una cesta de flores a los pies del Altar Mayor que preside la imagen. Un recuerdo a la ofrenda floral habitual de la Víspera que tuvo que suspenderse. No faltaron guiños y detalles al programa suspendido como la presencia del presidente del grupo folklórico Caño Gordo con el traje típico taranconero.

La misa ha contado con el acompañamiento musical del coro que dirige Raquel Calonge. La Salve y el canto de despedida, secundados por todos los asistentes han sido las últimas piezas que se han escuchado.

Ha sido una celebración en la que, al igual que en el novenario, los protagonistas han sido el orden y el rigor con los protocolos de seguridad: mascarillas, limitación de aforo, gel a entrada y salida.

La Fe y la devoción han hecho caer alguna lágrima en un día de la patrona sin el boato habitual de la jornada, con el esplendor y colorido de otras ocasiones ausentes, pero sin faltar la expresión popular de amor hacia la advocación de Riánsares. Se ha pedido la protección de María y el expreso deseo de que todo vuelva a la normalidad en la menor espacio de tiempo posible. Y es que la sencillez, no resta brillantez cuando se hacen con el corazón, con el amor de tantos y tantos fieles devotos.