Ecologistas en Acción advierte de «talas abusivas» en el Parque Natural de la Serranía

La organización ha trasladado los hechos, que se producen en montes propiedad del Ayuntamiento de Cuenca, a la Delegación de Desarrollo Sostenible y al Seprona

La organización Ecologistas en Acción advierte de «talas abusivas» en el corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca. Desvela que miles de pinos albares han sido talados mediante procesadora en el paraje de La Cañada del Mostajo, donde tiene su nacimiento el río Escabas. Sostiene que, además de enormes daños al bosque, se ha destrozado una importante superficie de hábitats protegidos.

La entidad verde ha denunciado los hechos ante la Delegación de la Consejería de Desarrollo Sostenible y ante el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil al entender que puede existir delito y solicita la paralización inmediata de las talas «puesto que, asombrosamente, Desarrollo Sostenible no lo ha hecho».

«Desde, al menos, el 1 de noviembre de 2020 se están realizando talas abusivas en el Monte de Utilidad Pública número 120 denominado “Sierra de las Canales” cuyo titular es el Ayuntamiento de Cuenca. En concreto se trata del paraje denominado Cañada del Mostajo donde tiene sus nacederos el río Escabas. Se trata de una zona de alto valor ecológico en pleno  corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca, que además está declarado ZEC, ZEPA  y área de dispersión del águila perdicera», detalla Ecologistas en Acción.

Al tratarse de un monte público ordenado, certificado  y en un espacio natural protegido, los aprovechamientos se deben autorizar mediante un control estricto, en consonancia con los planes de ordenación, previo señalamiento uno a uno de los árboles a cortar, con la autorización y evaluación previa.

«Pero como corrobora la propia Delegación de Desarrollo Sostenible, no se han señalado los árboles a cortar o salvar, no existe informe ambiental sobre los efectos de la acción, ni licencia de aprovechamiento (como exige la normativa forestal ), solo una ‘adjudicación genérica del aprovechamiento’. Es decir, se han realizado las cortas de forma indiscriminada con maquinaria pesada (procesadora) en vez de motosierra y ocasionando un daño enorme a la masa forestal. El uso de procesadoras, implica la apertura de calles que eliminan todos los ejemplares a su paso, arrasando con el sotobosque, dañando árboles en pie y alterando el suelo por el que discurren», argumentan..

También se han observado, según el relato ecologista, «pilas rodeadas de precinto de los agentes medioambientales, es decir, las denuncias (que la Delegación reconoce que se han incoado) habrían supuesto la inmovilización de la madera, pero las talas han continuado. Así los maderistas han apilado troncos encima de los precintos».

«Lo peor es el daño ocasionado por el tránsito de la maquinaria que ha destrozado varias hectáreas de prados de montaña, ecosistema de una gran diversidad y protegido por la declaración del Parque Natural, mediante la ley 5/2007, por su plan de ordenación de recursos naturales (PORN) y por la Directiva Hábitats, ya que la zona afectada forma parte de áreas protegidas por legislación europea (Red Natura 2000)», añaden. También alertan de «importantes afecciones al cauce y ribera del río Escabas y no consta la preceptiva autorización de la Confederación Hidrográfica del Tajo».

La Dirección del Parque Natural, ha remitido a la organización ecologista una serie de documentos que justifican estas talas por unos daños por nevadas de 2018, «pero en las comprobaciones sobre el terreno se ha evidenciado que la gran mayoría de los árboles estaban vivos en el momento de ser cortados». La propia Delegación también comunica «que la empresa no dispone de licencia de aprovechamiento, pero aun así no se ha acordado ni la ‘Suspensión cautelar temporal de actividades’ ni la ‘Retirada o intervención de bienes productivos’ como así se ha solicitado en cumplimiento del Artículo 56 de la Ley 39/2015 del Procedimiento Administrativo Común de las Administraciones Públicas

Para Carlos Villeta, de Ecologistas en Acción, “rstos hechos nos parecen gravísimos, no solo la actuación salvaje y sin escrúpulos de la empresa, sino también la pasividad de la Delegación de Desarrollo Sostenible. Igual que en 2010 en San Clemente, se justificaron las talas por unas nevadas cuando, como en este caso, se cortaron multitud de árboles sanos. Entendemos que se podría haber cometido un delito contra el medio ambiente y sin embargo el Delegado no quiere parar la tala. Por eso pedimos a Rodrigo Molina que, explique a la ciudadanía y en especial a los vecinos de Cuenca (no olvidemos que esos árboles son propiedad de los conquenses) qué está pasando, como está permitiendo este desastre ecológico y que paralice inmediatamente esta agresión al medio ambiente», ha concluido diciendo.