Bisolán deja de elaborarse: solo se venderá mientras dure el stock

Después de casi tres décadas, la empresa decidió el pasado mayo "discontinuar la venta" y apostar por "las actuales tendencias de consumo"

Un trago de Bisolán sabe “a gloria”. No solo hidrata y quita la sed, su sabor, ese regustillo que deja es definido como maravilloso por sus fieles seguidores. No es agua, no es zumo, tampoco un refresco. De hecho, entre los consumidores cuesta encontrar la definición exacta, que podría ir a caballo entre las tres anteriores. Y son ellos, esos “frikies del Bisolán”, que cuentan en Cuenca con su mayor cuna, los que más van a sentir que su deseado producto se despida, en principio, para siempre. Y, es que, este delicioso brebaje que nació a mediados de los 90 para refrescar el gaznate de pequeños y mayores, ya ha sido retirado del mercado, tal y como ha confirmado a VOCES DE CUENCA Mahou-San Miguel- la empresa a la que pertenece el producto desde el 2011.

Esta agua sin gas con sabor a diferentes frutas puede ser uno de los productos locales con más arraigo y consumo entre sus paisanos. Presente en la lista de más demandados de los conquenses, rara es su ausencia en la estantería de cualquier supermercado o en el catálogo hostelero. Ya por el año 97 el famoso piloto de Cuenca, Manolo Plaza, daba su imagen a un producto que muy pronto se ganaría al resto del territorio nacional. Por aquel entonces, su nombre era Biosolán- nomenclatura de la que muchos ya no han podido deshacerse-, y se autodefinía (según reza la reseña en la web del año 1997) “como un nuevo concepto de bebida refrescante que reduce el riesgo de muchas enfermedades”. Asimismo, en su carta de presentación también se recogía su poder isotónico para “ ayudar a los deportistas a recuperar rápidamente el equilibrio de minerales consumidos durante el esfuerzo”.

Mucho ha llovido desde la llegada de Bisolán a las vidas de los conquenses, y aunque ha variado durante estas décadas su definición como producto, ha conseguido ganarse a todas las generaciones posteriores.  Sin embargo, la empresa ha decidido “hacer ajustes en el portafolio”. Sin más argumento que el de “adaptar la oferta a las actuales tendencias de consumo, ha decidido pasar a mejor vida a Bisolán. “Se discontinuó la venta a partir del 1 de mayo de 2025, cuando se dio el aviso a los establecimientos”, explican desde Mahou-San Miguel.

Todavía es raro encontrar establecimientos que no lo ofrezcan, ya que se está tirando de estocaje, del cuál la empresa no llega a precisar la cantidad en mercado. Así que, de disfrutar durante todo el verano, o que se agote antes que este insufrible calor, dependerá de la fiebre del consumidor por hacerse con su deseado y último Bisolán.

Este producto ha conseguido hacerse un hueco en la cultura popular de la provincia, y es que Bisolán llegó para disociarse del mundo infantil, cuál zumo más de brick, y conquistar a todo el público como una bebida que “hidrataba y aportaba energía con sabores como manzana, limón, melocotón, naranja o nuestra opción multifrutas, ideal para quienes no terminaban de decidirse”, según la descripción del producto en su web.

Una apuesta por parte de la compañía hacia los refrescos sin gas, que hoy ya tiene punto y final en su historia, pero de la que dicen que siempre formará parte de ellos.  “Hoy, aunque Bisolán ya no forma parte de nuestro catálogo, queremos dejar constancia de lo que fue: una propuesta fresca, diferente y llena de vida. Porque hay bebidas que no solo se disfrutan, también se recuerdan”.