Beteta: el sabor de la historia y el encanto natural para veranear en el norte de la provincia

Además del Castillo de Rochafrida, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la Plaza Mayor con balconadas porticadas, hay multitud de lugares con historia y encanto, así como fiestas y tradiciones

Entre al parque natural del Alto Tajo y en las inmediaciones del parque natural de Serranía de Cuenca se encuentra Beteta, centro neurálgico de la Alta Serranía Conquense, donde se esconde un rico patrimonio de cultura y naturaleza. Se localiza a 78 km de la capital de la provincia-Cuenca- y a 46 km de Molina de Aragón en la provincia de Guadalajara, a la que le une un pasado histórico y comercial; no muy lejos, exactamente, a 90 km se encuentra la localidad de Albarracín en la provincia de Teruel. Ahora, Beteta es una de las trece localidades candidatas de la provincia de Cuenca a convertirse en el mejor pueblo para veranear.

Tradicionalmente, Beteta, ha sido un destino de verano y puentes, como Semana Santa, atraídos mayoritariamente por su rico patrimonio natural donde paisaje, senderismo, espeleología o zonas de baño han sido el principal atractivo. La oferta de alojamientos está constituida básicamente por hoteles, viviendas de turismo rural, camping y un balneario.

El patrimonio histórico y artístico es otro de los valores que atesora Beteta. Además del Castillo de Rochafrida, la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción o la Plaza Mayor con balconadas porticadas, hay multitud de lugares con historia y encanto, así como fiestas y tradiciones. A pesar de contar con valores importantes, apenas atrae visitantes debido a dos factores, la escasa promoción realizada y la necesidad de mejora del estado de conservación de alguno de los inmuebles para hacerlos atractivos a la visita.

Al hablar de la oferta turística, no podemos olvidar a la infraestructura turística complementaria, es decir, locales destinados a restauración y desarrollo de actividades deportivas o culturales con los que cuenta el pueblo. Como su principal fiesta, que se celebra el 17 de septiembre en honor a la patrona del pueblo, la Virgen de la Rosa. En esta tiene lugar la misa y procesión solemne, así como una ofrenda a la virgen. Además, en relación con esta fiesta, se celebran dos romerías a lo largo del año, una tiene lugar en mayo para bajar a la Virgen a la ermita desde la iglesia y otra en agosto para volver a subirla de nuevo a la iglesia. En ambas romerías se viste a la virgen con los trajes típicos.

A los que se suma las lagunas de El Tobar y El Ojuelo, un conjunto de tres lagunas, denominadas Grande, Pequeña y Ciega, de origen kárstico donde destaca la presencia de aguas salinas en sus capas más profundas y la presencia del nenúfar blanco, especie citada en la provincia de Cuenca exclusivamente en la laguna Grande y Pequeña de El Tobar.

Sin olvidar el Monumento Natural de La Hoz de Beteta de Sumidero de Matasnos. Un espacio incluido dentro de la Red de Áreas Protegidas de Castilla-La Mancha. El paso del río Guadiela ha ido labrando a lo largo de los tiempos uno de los cañones fluviales más espectaculares de la provincia, donde además encontramos verdaderas joyas de la flora eurosiberiana, como los tilares centenarios. que podemos observar en el paseo botánico de la Hoz de Beteta.

El Castillo de los Siete Condes. Uno de los lugares más impresionantes de la provincia, Con restos de un castro iberico. Desde aquí
se pueden ver unas maravillosas vistas de la hoz del río Cuervo y que ha dado lugar a parajes tan espectaculares como el puntal de
Sotonegro, el Yunque, Peña Rubia o la Cola del Potro.

O la Cueva de la Ramera. Situada en la Hoz de Beteta podemos visitar la Cueva de la Ramera, cueva de origen kárstico de la que se tienen datos de ocupación desde la Edad de Bronce. Es la única cueva kásrtica abierta al turismo en la provincia de Cuenca, de
los cientos que existen en toda la Serranía de Cuenca. En ella podremos disfrutar de numerosas figuras en forma de coladas, estalactitas y estalagmitas, además de unas vistas impresionantes de la Hoz de Beteta. Existen otros monumentos y puntos de atracción turísticas que no dejan indiferentes al visitante cuando se encuentra en el lugar.

Cómo llegar

Separada de Madrid por unos 190 kilómetros, para llegar a Beteta desde la capital española la opción más recomedada es transistar por la A-2 y Carretera de Guadajara/N-320.

Si se parte desde Valencia, la pción más cómoda para el viaje es la A-3 en dirección a Castilla-La Mancha. Ambos núcleos poblacionales están separados por unas tres horas en coche.

Desde la capital conquense, la ruta más recomendada es el trayecto que comprende la Carretera de Guadalajara/N-320 para posteriormente tomar el desvío de la CM-210.