Por qué la provincia de Cuenca vuelve a niveles de alerta tras más de un mes en «nueva normalidad»

La incidencia a siete días se sitúa en riesgo muy alto, si bien empeora de manera más moderada entre los mayores de 65 años. La positividad crece hasta el 8,8%

La provincia de Cuenca ha sido durante más de un mes la excepción a la norma. Sus datos epidemiológicos le han permitido permanecer como el único territorio peninsular, junto a Lugo, encuadrado dentro de la categoría de «nueva normalidad» en la clasificación que elabora semanalmente el Ministerio de Sanidad a partir de ocho indicadores. El último informe, publicado este jueves y con datos actualizados a 12 de abril, la sitúa «en riesgo bajo», el más leve de los cuatro niveles de alerta establecidos.

Esa Alerta 1 es la misma que tienen las provincias limítrofes de Teruel, Valencia y Albacete. Forman parte de una franja oriental en la que el impacto de la pandemia es, por el momento, menos grave que en el conjunto del país y en el que también están integradas Alicante, Castellón, Murcia y las islas de Mallorca, Formentera e Ibiza. Según el ‘semáforo’ del Ministerio únicamente hay una situación mejor en Galicia, con Lugo en nueva normalidad y La Coruña, Orense y Pontevedra en riesgo bajo. Es el mismo que tienen en las canarias islas de La Palma y La Gomera.

Toledo y Ciudad Real se catalogan como «riesgo alto» mientras que Madrid y Guadalajara continúan en «muy alto y extremo».

Incidencia acumulada a 14 días

En el informe difundido por el Ministerio de Sanidad, la provincia de Cuenca -no la capital, donde la situación es peor- acumula 196,6 casos nuevos en dos semanas por cada 100.000 habitantes. Aumenta 71,3 respeto al jueves pasado y se encuadra en la categoría de «riesgo alto» o Alerta 3.

Incidencia acumulada a 7 días

Riesgo extremo en este indicador que pone en relación la cantidad de infecciones detectadas en los últimos siete días en relación con el número de habitantes. Hay 128,4, casi el doble que en el informe anterior que, no obstante, podría haber infravalorado el número real por la distorsión que suele traer la acumulación de días festivos como los de Semana Santa.

Incidencia en mayores de 65 años (14 días)

No detiene su escalada este indicador que se centra en uno de lo grupos de edad más vulnerable frente al virus y donde se han concentrado gran parte de los esfuerzos de la campaña de vacunación. Los casos por 100.000 habitantes son 116,5 en territorio conquense, 38 puntos más que la semana pasada. De riesgo medio se pasa al alto.

Incidencia en mayores de 65 días (7 días)

Los datos a siete días son mejores en esta franja de edad que en la población general, pero eso no significa que sean buenos. Han empeorado de manera más moderada. Las explicaciones pueden estar en el impacto de la vacunación o en más hábitos preventivos entre las personas mayores y menos contactos sociales durante la Semana Santa. Hay 65 casos por 100.000 habitantes, trece puntos y medio más que la semana pasada. No se mueve de riesgo alto.

Porcentaje de positividad

Este indicador no suele ocupar muchos titulares por estas latitudes pero en otras, como determinados países europeos, se señala como clave, tanto como la incidencia acumulada. Muestra cuántos test de los practicados dan positivo. Una manera de evitar que se falseen tendencias por dejar de hacer pruebas o por multiplicarlas. Está en el 8,8%, casi un punto más que la semana pasada, lo que se clasifica como un nivel medio de riesgo.

Porcentaje de casos con trazabilidad

Mide de cuántos casos detectados se conoce su origen, quién es el contacto que ha contagiado. Está considerado como un medidor de la calidad del rastreo. Empeora levemente respecto al informe del jueves anterior hasta un 65,5%, lo que significa riesgo bajo o Alerta 1.

Porcentaje de ocupación de camas de agudos

Más de un año de pandemia permite distinguir comportamientos recurrentes en la evolución de la pandemia. Y uno de ellos es que cronológicamente primero empeoran los datos de nuevas infecciones y luego, con una latencia variable de una a cuatro semanas, lo hacen las cifras de ingresos hospitalarios. Después, las muertes, aunque existe la confianza en que la vacunación de los colectivos vulnerables disminuya de manera radical los fallecimientos.

La dinámica ya observada se vuelve a repetir en esta cuarta ola según los datos del Ministerio de Sanidad, que no incluye las últimas fluctuaciones. El porcentaje de ocupación de camas de agudos (convencionales) aumenta del 1,6% al 3,2%. De datos de nueva normalidad a riesgo bajo.

Porcentaje de ocupación de camas de críticos

Peores noticias también en esta variable. Un 4,9% de las camas de UCI de Cuenca están ocupadas por pacientes con coronavirus. Es el doble que el porcentaje contabilizado en la actualización previa del informe ministerial. Números de nueva normalidad al borde ya del riesgo bajo.