«Nuestra candidatura al Colegio de Abogados es totalmente independiente, joven, con empuje y diversa»

Entrevista con José Francisco Hervás, candidato en las próximas elecciones a decano del Colegio de Abogados de Cuenca

José Francisco Hervás es candidato en las próximas elecciones a decano del Colegio de Abogados de Cuenca. A estos comicios llega con la intención de reafirmar un cargo que adquirió en funciones en julio de este año en sustitución de Jesús Celada. En esta entrevista, presenta su candidatura y defiende los puntos más importantes de su programa. 

A modo de presentación y para aquellos colegiados que no le conozcan, ¿cuál es su experiencia profesional? 

Soy un abogado con casi 28 años de ejercicio y llevo desempeñando un puesto en la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Cuenca durante dos mandatos, es decir, desde hace diez años. En este último mandato asumí las funciones propias de diputado primero vicedecano y ese fue el motivo por el cual a raíz del fallecimiento de mi querido y muy apreciado Jesús Celada que se produjo el 18 de julio, a partir de ahí asumo las funciones de decano hasta el 30 de noviembre, fecha en la que tengo que cesar como tal, puesto que me postulo para estas elecciones como decano. 

Me postulo a decano presentando un equipo de trabajo, es decir, una candidatura completa. Un equipo de trabajo conformado por profesionales que cada uno va destinado a asumir las competencias de uno de los puestos que integran la Junta de Gobierno del Colegio de Abogados de Cuenca. 

Por tanto, no soy nuevo en esto, ni en la abogacía ni en la Junta de Gobierno donde ya debo desempeñando el cargo de vicedecano este último mandato y en el precedente también formaba parte de la misma. 

¿Qué motivos le han llevado a presentar la candidatura para continuar como decano y qué objetivos se plantea?

En cuanto a la primera pregunta, es significativa la conversación que mantuve con uno de los compañeros de candidatura y que también lo fue de la Junta de Gobierno saliente. En concreto, Pedro Zarzuela. Nos planteábamos si volver a presentarnos, y él dijo: «Mira Fran, yo creo que debemos volver a presentarnos. Porque quedan cosas que hacer». Esto se me quedó grabado. Llegué a la conclusión de que mi compañero Pedro tenía razón, se habían quedado cosas en el tintero y como miembros de la Junta de Gobierno precedente éramos plenamente conscientes de cuáles eran las exigencias y las necesidades tanto del Colegio de Abogados como de nuestros colegiados. 

Por tanto, desde ese prisma y esa privilegiada posición que te da la experiencia, conocíamos perfectamente lo que el Colegio necesitaba, quedaban cosas que hacer y decidimos dar este paso adelante y a título personal decidí presentarme nuevamente como decano. Porque además, entiendo que los canales de comunicación con todos los operadores jurídicos los tengo bien engrasados. No en vano, haber desempeñado ya el cargo de decano estas últimas fechas me he visto obligado a tratar con los representantes de todos los estamentos, tanto judiciales, como de fiscalía, como letrados de la administración de Justicia. En este sentido, pienso que puedo ser un buen canal de comunicación y prestar un buen servicio a nuestra gente, a nuestros abogados. 

¿Se puede calificar su candidatura como continuista con la gestión que ha venido realizando todos estos años Jesús Celada?

Yo la definiría como una candidatura que va a suceder a la anterior. Seremos continuistas en la multitud de cosas que se hicieron bien. Pero evidentemente llevo una candidatura plagada, trufada de gente joven, con empuje. Hay que tener en cuenta que de la Junta de Gobierno anterior tan sólo repetimos tres miembros sobre un total de ocho. Me jacto de llevar una candidatura integrada por gente que siendo joven es a la vez veterana. Juventud que les dota de un empuje y unas ganas de trabajar necesarias para asumir puestos, tanto de esta responsabilidad como que requieren un carácter activo en las personas que los desempeñan. 

Y luego es  una candidatura que a la par de joven, es independiente. Este valor yo lo quería destacar mucho. La independencia es muy importante en un órgano de gobierno de una corporación profesional, por cuanto al frente de la misma te ves obligado a negociar, a interlocutar con todo tipo de personas que están al frente del resto de operadores jurídicos o del mundo de la política que lógicamente tienen un signo político y una ideología muy determinada. Si tú vas marcado por falta de independencia, te vas a ver coartado en esa interlocución, en esa negociación que tiene que estar libre de ataduras políticas. 

Otro los aspectos que destacó cuando presentó la candidatura es que hay representación de todos los partidos judiciales de la provincia. 

Nuestra candidatura es totalmente independiente, joven, con empuje y diversa. No en vano, tenemos representantes en todos los partidos judiciales de la provincia. Tenemos magníficos representantes en los tres partidos judiciales de la provincia. En Motilla del Palancar tenemos representación con Ana Belén Valera; en Tarancón por medio de Pedro Zarzuela, de solvencia acreditada. 

El partido judicial de San Clemente, me preocupa especialmente porque como decía el poeta, me duele San Clemente. Porque es un partido judicial cuya sede geográfica se halla muy alejada de la capital, y me consta que ellos en ciertas ocasiones se sienten dejados de la mano de Dios. Ahí tenemos a Eva Rus Martínez Jareño, que es una persona activa, con arrojo, una profesional como la copa de un pino con muchas ganas de trabajar, que evidentemente va a hacer de portavoz de las necesidades de los colegiados que tenemos en aquel partido judicial, algo que va a ser extremadamente positivo.    

¿Cuál es el estado de la abogacía en la provincia de Cuenca? ¿Qué carencias y problemas tiene?

No podemos soslayar el problema principal que tiene la abogacía no sólo en Cuenca, sino en todo el ámbito nacional, que es la de la percepción de los honorarios del turno de oficio. Desde que en el mes de noviembre del año pasado el Ministerio se negó a abonar las sumas correspondientes a la prestación de los servicios de los abogados adscritos al turno de oficio en todos aquellos casos en los cuales el justiciable no hubiera diligenciado la solicitud del beneficio de justicia gratuita, ahí se ha suscitado un extraordinario problema. 

Problema que aquí en Cuenca y en la medida de lo posible se ha venido a solucionar con unos acuerdos alcanzados entre el presidente de la Audiencia, el secretario coordinador y el decano del Colegio de Abogados, que en ese momento era yo, porque esto es recientísimo. Interviniendo en nombre de la Junta de Gobierno a la que pertenecía se alcanzaron unos acuerdos para intentar paliar esta falta de percepción de los honorarios por el turno de oficio. 

Un turno de oficio en el que también se revelan flagrantes desigualdades en cuanto a la retribución en algunas ocasiones, con las que hay que acabar. El problema más acuciante de la abogacía de Cuenca es la percepción de los honorarios del turno de oficio porque hay muchos despachos que se abastecen en gran medida de los ingresos que perciben por tal fuente. 

¿Qué solución plantea?

Estos acuerdos por la anterior Junta de Gobierno son bastante productivos y hay que mantener, posibilitar e impeler en cierta medida al justiciable a que lleve a término la solicitud del beneficio de la justicia gratuita cuando se quiere servir de los colegiados nuestros que están adscritos a dicho servicio. Eso va a facilitar que por parte de la comisión de asistencia a la justicia gratuita se puedan realizar los actos conducentes a otorgar el beneficio al efecto de que nuestros colegiados no se queden sin percibir los emolumentos que tanto merecen.  

¿Qué situación percibe y qué necesidades detecta en los órganos judiciales conquenses, especialmente tras la situación de pandemia?

Hay un colapso evidente y efectivo. Lo que está claro es que muchas veces no se da de sí para asumir la carga de trabajo que hay, y si a esto le sumamos la situación en la que el país se halla, en medio de una pandemia, pues lógicamente el problema tiene difícil solución. 

Y tiene que tener solución por el cauce y con las medidas que se están adoptando. Ahora hay un juzgado de nueva planta de lo Social para asumir la carga de trabajo que de por sí tenía y que se ha multiplicado ahora durante la pandemia. Por lo demás, entiendo que la aptitud y la predisposición de todos los operadores jurídicos es a desatascar esta lamentable situación, que por otro lado no tiene fácil solución mientras se prolongue el estado de pandemia por las restricciones en cuanto al desempeño de trabajo que ello comporta. 

¿Cuáles serán las líneas maestras de su gestión en el caso de ser elegido? ¿Qué aspectos son los más importantes de su programa?

Ya he hablado de la revisión del turno de oficio, que hay que optimizarlo en la medida de lo posible y en la línea que ya he indicado. 

Y luego, hay una medida que creo que se ha hecho de imperiosa necesidad, que es estudiar un cambio de sede social. Un cambio de sede del colegio, porque esto es como en las familias. Al principio una casa puede servir, pero conforme va creciendo la familia hay que cambiar de hogar porque la casa se queda pequeña. Y esto es lo que ha sucedido en este caso. La operación inmobiliaria para cambiar de sede que se hizo en su día y alojarla donde se encuentra actualmente fue una operación que bueno, tuvo su utilidad y sirvió para cuando sirvió. Pero ahora en este momento no puede ser que cada vez que queramos impartir una ponencia, para alojar a nuestros colegiados nos veamos abocados a alquilar o a pedir la cesión de un espacio para tal fin a un hotel o a la Universidad. Tenemos que tener nuestra propia instalación, una instalación solvente para alojar todos nuestros acontecimientos. 

También está en nuestra cartera la creación de una asociación de jóvenes abogados que sirva como caja de resonancia a las exigencias de los abogados neófitos, que se acaban de colegiar, y sirva para canalizar sus inquietudes. 

Está en nuestro programa la creación de un aula virtual que puede servir para seguir los cursos que se imparten en el colegio de abogados de una manera telemática, con posibilidad incluso de almacenarlos para su posterior visionado. Esta medida será de especial utilidad para los colegiados de los partidos judiciales de la provincia, que de este modo evitarán tener que desplazarse, muchas veces en invierno, a nuestra capital teniendo que regresar a sus hogares en muchas ocasiones con deficientes condiciones meteorológicas y ya de noche. 

Tenemos otras muchas medidas. Evidentemente seguir con la coorganización de la mano de la Universidad de Castilla-La Mancha del máster de acceso a la abogacía, del cual puedo hablar de primera mano porque he sido encargado de formación estos años atrás. Máster que creo que ahora cuenta con un elenco de profesores fantástico y que ha ido mejorando con el paso de los años. 

Potenciar la impartición de ponencias es algo que el colegiado agradece mucho porque no en vano, coadyuva a su proceso de formación. 

También llevamos en cartera auspiciar el alojamiento en Cuenca del Centro de Estudios Penitenciarios, un tema de rabiosa actualidad, donde mi candidatura, si se convierte en Junta de Gobierno, adoptará una posición determinante para auspiciar tal medida y que este centro termine recalando en Cuenca. 

Por lo demás, medidas también de carácter de dinamización social del colectivo. Entiendo que el Colegio de Abogados no sólo debe ser una institución para canalizar las exigencias profesionales de sus integrantes, sino que también debe servir para catalizar y servir de elemento galvanizador de una actividad social. Por ejemplo, realizar concursos literarios, campeonatos deportivos y concurso de crismas para los hijos de los colegiados, por ejemplo. 

Y luego también, entablar negociaciones con entidades de toda índole, por ejemplo crediticias o aseguradoras, para que al pertenecer a un colectivo se nos ofrezcan condiciones más ventajosas. Por ejemplo, también con clubes deportivos o restaurantes, para que los colegiados que tengan que venir al partido judicial de Cuenca a desempeñar su labor profesional dispongan de un precio más módico a la hora de gozar de un servicio de restauración. 

Hay una sensación compartida por muchos ciudadanos que ven el acudir a la justicia como algo farragoso y experimentan cierto miedo a la hora de acudir a ella. ¿Son los abogados conscientes de ese problema?

Sí, y no en vano mentiría si no dijera que en algunas ocasiones noto al ciudadano reticente a acudir a la administración de justicia por esclerosis que sufre el sistema. Comporta una lentitud y complica muchísimo los trámites. Hay que hacer a la sociedad ver que el abogado es un profesional que te defiende desde el principio hasta el final. Muchas veces la percepción del ciudadano no es esa. Me acuerdo que hace años había en un periódico un anuncio que tenía una foto en la que se veía a una persona que portaba una toga y un maletín, y ponía debajo ‘El abogado te defiende hasta el final’. Efectivamente el abogado, a diferencia de otras profesiones que pertenecen a la esfera del asesoramiento, no sólo da un consejo jurídico, sino que lo defiende hasta el final. Y eso es lo que tiene que percibir el ciudadano. El abogado es un instrumento que sirve para canalizar las pretensiones que el ciudadano tiene en este sistema de la administración de justicia que probablemente sí se percibe como un poco farragoso. Pero la herramienta hábil para canalizar estas pretensiones de los ciudadanos es el abogado y a veces se ha perdido esto de vista. 

Por mi parte nada más, si hay algún punto en el que quiera hacer énfasis o comentar, este es el momento. 

Pues simplemente decir que nos presentamos con toda ilusión todos los miembros de mi candidatura y yo. Creemos que tenemos argumentos para que los colegiados nos muestren su adhesión y su apoyo y simplemente a título personal, decir que tengo la firme ilusión de ser elegido como decano, pero no como trampolín para formar parte del Consejo de la Abogacía de Castilla-La Mancha, sino para atender las necesidades y las exigencias de mis colegiados desde aquí, desde la dirección del Colegio de Abogados de Cuenca. Y luego eso sí, como consejeros natos que son todos los decanos, y yo lo seré si los colegiados me otorgan su confianza, defender los intereses también de todos los abogados en el Consejo. Pero quiero dejar claro que mi propósito es salir elegido como decano con la representación de nuestros colegiados ante el Consejo como un objetivo pero de segundo orden.