El COVID-19 sigue retrocediendo en la provincia de Cuenca, numérica y geográficamente. El verano se acabó y la quinta ola se retira y, por seguir con la metáfora marítima, apenas deja una cuantas espumas que alcanzan 12 de los 238 municipios en los que se divide el territorio conquense. Según los datos de la Consejería de Sanidad, del 20 al 26 de septiembre fueron 37 los casos detectados frente a los 79 de la semana anterior.
Ningún municipio conquense supera la decena de infecciones. La lista la encabeza Quintanar del Rey, excepción a la norma entre las localidades más pobladas, que sube en vez de disminuir su incidencia. De 2 casos pasa a 8. Tarancón, que disipa el temor a un gran rebote tras sus fiestas patronales, reduce de 12 a 6 los positivos contabilizados. La capital marca con cinco contagios semanales su mínimo desde marzo y el segundo mejor dato desde que se desglosan datos por municipios, a mediados de agosto de 2020.
Son los mismos contagios que contabiliza Las Pedroñeras (que repite marca respecto a la semana previa). También empata con su referencia anterior, tres casos, la Fuente de Pedro Naharro y con dos están Campillo de Altobuey, Villanueva de la Jara y Villares del Saz. La relación la completan con un único diagnostico cada uno Horcajo de Santiago, San Clemente, Villar de Cañas y Zarza de Tajo. El resto, 226, nada.
La incidencia acumulada a siete días por 100.00 habitantes se queda en 18,8 (21,4 puntos menos), lo que supone «riesgo bajo» en la clasificación del Ministerio de Sanidad. A catorce días la incidencia baja a 59, en la franja inferior del «riesgo medio».
