215 de los 238 municipios de la provincia de Cuenca, el 90%, no registraron ningún caso de COVID-19 del 3 al 9 de mayo, según los datos publicados este jueves por la Consejería de Sanidad de Castilla-La Mancha. Los 23 que sí lo hicieron suman en conjunto 126 infecciones, 30 menos que las contabilizadas en todo el territorio conquense durante la semana previa. La incidencia acumulada a catorce días por cada 100.000 habitantes se rebaja de 79,54 a 64,24, sin cambiar del rango de «riesgo medio».
Varios enclaves concretos contradicen esa tendencia bajista. Los principales se concentran en La Manchuela: Quintanar del Rey pasa de 17 a 36 contagios semanales (supera incluso a la capital provincial en términos absolutos a pesar de la diferencia de población); Iniesta de 1 a 8 y Pozoamargo de 1 a 3.
Los descensos más significativos se dan en la ciudad de Cuenca (de 51 a 30), en Fuente de Pedro Naharro (de 15 a 1), Horcajo de Santiago (de 7 a 3) así como en Albadalejo del Cuende y San Clemente (de 6 a 0 en ambos términos) y Barajas de Melo (de 5 a ninguno). Tarancón presenta un comportamiento casi plano: 24 casos, uno menos.
Hablar de incidencia acumulada por 100.000 habitantes en pueblos tan pequeños como son, de media, los conquenses es una trampa, ante muestras muy pequeñas la tasa resultante está muy sesgada y distorsionada. Aun así, a título de anécdota, se puede indicar que la lista a dos semanas la encabezan Albadalejo del Cuenca (2.449), Pozoamargo (1.379), Fuente de Pedro Naharro (1.317) y Salmeroncillos (990). Más informativos son los 687 casos/100.000 habitantes de Quintanar o los 316 de Tarancón.
Si se hace doble click sobre una categoría (habitantes, casos del 26 de abril al 2 de mayo, etc…) los resultados se organizan de mayor a menor según esa variable.
