«Los científicos tenemos que tratar de frenar la ola de desinformación que hay en las redes sociales»

Entrevista con Pablo Fernández, científico casasimarreño que acaba de ser reconocido con un premio a la divulgación en el Congreso de Investigación Biomédica

Pablo Fernández Aroca tiene 22 años y es de Casasimarro. Tras terminar sus estudios de Bioquímica en la Universidad de Valencia, ingresó en el laboratorio de oncología molecular de la UCLM en Albacete, que pertenece al Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Además está cursando el máster de Biología Experimental en la Facultad de Medicina de la UCLM en Albacete y recientemente ha sido premiado en el concurso de divulgación en el Congreso de Investigación Biomédica por su trabajo ‘Respuesta al daño en el ADN: La radiación como aliada del cáncer’. En esta entrevista da a conocer su labor investigadora y responde a diversas cuestiones de actualidad relacionadas con la investigación científica y divulgadora.

¿Cómo fue su etapa de estudiante en Cuenca y cuándo nació su interés por la bioquímica?

En Casasimarro estudié hasta ESO en el instituto Publio López Mondejar y el Bachillerato lo tuve que hacer en Quintanar del Rey en el IES Fernando de los Ríos. La etapa de ESO la recuerdo como muy bonita, tuve muy buenos profesores que supieron transmitirnos por lo menos a toda mi promoción la importancia de estudiar y de crearnos un futuro. Hicieron muy buen trabajo. Allí en cuarto de ESO ya empezamos a ver un poco de Biología, que era optativa, y ya empezamos a hacer un poco de Bioquímica, Biología Celular… cosas muy básicas y me gustaron mucho. 

Pero el golpe fuerte me vino de mi hermano mayor, que estudió la misma carrera que yo, Bioquímica y Ciencias Biomédicas en Valencia, y me hablaba un poco de lo que era la carrera. Y yo tenía claro que quería estudiar eso, que me gustaba mucho. Siempre me gustaron las ciencias y todo lo relacionado con la Biología y la naturaleza. 

Del instituto en Quintanar no tengo un recuerdo tan bueno. Yo tenía claro que quería hacer Bioquímica y Ciencias Biomédicas en Valencia y no quería otra. La nota de corte era muy alta y tuve la presión de tener una media alta y sacar buenas notas, haciendo una buena Selectividad, y dependiendo un poco de la suerte que tuvieras en lo que preguntaran en los exámenes. Fue una época un poco estresante y tengo mejor recuerdo de la ESO que de Bachiller. 

Cuando pasó a la carrera no estaba todavía implantado implantado el Grado de Ingeniería Biomédica en Cuenca, pero ahora ya sí que hay esa opción. 

Si hubiera querido quedarme en Castilla-La Mancha lo podría haber hecho en Toledo. Lo que pasa es que como mi hermano ya había ido a Valencia y hablaba muy bien, era una carrera que tenía bastante fama, yo me encabezoné y sólo quería estudiar esa y no había otra. Al final conseguí entrar y muy contento. 

«Estamos estudiando un fármaco que potencia el efecto de la radioterapia»

Hizo la carrera en la Universidad de Valencia con bastante éxito y ahora sigue con los estudios cursando un máster de Biomedicina Experimental en el laboratorio de oncología molecular de la UCLM en Albacete, que pertenece al CSIC. ¿En qué consiste su investigación?

Sí, terminé la carrera y ya me vine a Albacete a hacer un master. Estuve haciendo prácticas en verano desde tercero de carrera en el laboratorio en el que estoy, me gustó mucho lo que hacían y al final me vine aquí a hacer el master y ahora estoy en el mismo edificio de las prácticas haciendo el trabajo de fin de master. 

Es un master de Biomedicina Experimental donde se aborda básicamente cómo hacer investigación de forma más genérico. En el laboratorio lo que estamos haciendo es estudiar un fármaco que lo que hace es potenciar el efecto de la radioterapia. Es un fármaco radiosensibilizante. Cuando a un paciente le dan radioterapia, su efectividad dependerá del tipo de tumor que tenga: hay algunos que responden mejor y otros peor. Bien, pues este tipo de fármacos lo que hace es que las células de esos tumores sean más sensibles y se mueran más y mejor. 

De momento lo que estamos haciendo es estudiar cómo actúa uno de esos fármacos a nivel molecular. Qué proteínas ‘toca’, qué inhíbe, para conseguir que las células tumorales mueran más y mejor cuando se irradian con radiación. 

Cuando uno piensa en laboratorios de investigación científica oncológica como en el que estás, no suele venir a la mente que estén en Castilla-La Mancha. ¿Se sorprende la gente cuando les cuenta a qué se dedica?

Sí es cierto que da la sensación de que Castilla-La Mancha es una zona donde sólo se pueden hacerse cosas relacionadas con el mundo rural, y que la investigación parece que sólo puede estar enfocada a la Agricultura. Pero ese pensamiento está bastante alejado de la realidad. Hay muy buenos grupos y muy buenos científicos que están haciendo cosas importantes en Castilla-La Mancha. Es una cuestión más de imagen.

También es verdad que en la región no tenemos los mismos medios que pueden tener en otras grandes ciudades como Madrid o Barcelona. La investigación que hacemos aquí es más sencilla, pero también hacemos cosas interesantes y útiles. Al final, todos los investigadores aportamos nuestro grano de arena. 

¿Y cómo está la situación en Cuenca? ¿Cree que hacen falta más oportunidades en este sentido?

Sí. Yo soy muy joven y tampoco tengo mucho conocimiento al respecto, pero creo que en Cuenca no hay demasiada investigación biomédica como tal. Está todo más focalizado en Albacete, Toledo y a lo mejor un poco en Ciudad Real. Sí que la investigación debería potenciarse un poco más en Cuenca. A ver si cuando abran el nuevo Hospital se potencia. 

Acaba de recibir un premio en el concurso de divulgación del Congreso de Investigación Biomédica por un trabajo sobre la radiación como aliada contra el cáncer. ¿En qué consistió su trabajo y qué ha supuesto recibir el premio?

Siempre tengo un problema, que es que creo que es difícil entender una cosa cuando no lo visualizas. En el confinamiento aprendía a hacer ese tipo de animaciones con esos programas 3D y lo vi como una oportunidad para poder enseñar a mis amigos y familia, a gente sin conocimientos de biología molecular o de biología celular, la visión de qué hay dentro de las células y de cómo funcionamos. Porque a mi me parece muy interesante y quería transmitir mi pasión a los demás y creía que podía interesar a otros. 

Vi que se celebraba ese congreso en Valencia, que había una sección que era un concurso de divulgación científica y aprovechando que estaba aquí en el laboratorio haciendo investigaciones con radiación, que es un tema que me encanta, decidí hacer un video explicando qué hace dentro de nuestras células. 

En el video ilustré qué es lo que ocurre dentro de las células de una forma más o menos exacta. Lo verdaderamente interesante es que los modelos de proteína que utilizo son las proteínas de verdad, porque están sacadas de una base de datos que utilizan los científicos que se dedican a estudiar la estructura de las proteínas. 

No me lo esperaba, pero gané el concurso y es una alegría muy grande y una motivación para seguir haciendo este tipo de videos y enseñando a la gente qué es lo que pasa dentro de nuestro cuerpo. 

«Siempre ha sido importante y necesario comunicar la ciencia, más que nada porque muchas de las investigaciones se financian con dinero público. Y es importante que la gente sepa dónde va ese dinero»

No sé si comparte que las redes sociales están propiciando que haya desinformación con algunos canales que no son del todo rigurosos a la hora de compartir ciertos temas. ¿Hace falta explicar mejor al público para que sean más selectivos a la hora de elegir sus fuentes?

Sí, siempre ha sido importante y necesario comunicar la ciencia, más que nada porque muchas de las investigaciones se financian con dinero público. Y es importante que la gente sepa dónde va ese dinero y qué se hace con él. 

Ahora tenemos que tratar de frenar esta ola de desinformación. Abres Tiktok y salen unas burrerías increíbles, cosas que ponene en peligro la salud de la gente. Yo he visto cosas que me parece increíble que no se cierre la cuenta a según qué personajes. 

Hay cosas que no comprendo, porque luego al final siempre suele haber algún interés económico, que quieren vender algún aparato. Por ejemplo con la radiación, que dicen unas tonterías espectaculares con el 5G. A día de hoy, que se sepa, la radiación del wifi o del móvil no tiene ningún efecto en nuestra salud. Pero hay gente que se empeña en meter pánico y luego empiezas a indagar y al final es que te quieren vender alguna historia. Es gente que quiere beneficiarse económicamente a través de desinformar a la gente. Y ahí los científicos tenemos una responsabilidad más, que es tratar de luchar contra eso.