La campaña de la DGT con motoristas y ciclistas se salda en la provincia con 738 controles y 16 denuncias

En motocicletas se han formalizado 7 denuncias en carreteras convencionales y 2 en autopistas-autovías. En vías convencionales se ha denunciado a 3 ciclomotores y a 4 ciclistas

La Dirección General de Tráfico ha llevado a cabo una nueva campaña de Tráfico entre los pasados días 8 y 14 de mayo, en la provincia de Cuenca, centrada en los usuarios vulnerables, es decir usuarios de motocicletas, ciclomotores y bicicletas. Por este motivo, los agentes del Subsector de Tráfico de la Guardia Civil de Cuenca han aumentado la vigilancia fundamentalmente en vías convencionales, aunque también se ha actuado para las motocicletas en autovías y autopistas.

Durante la campaña se han realizado un total de 738 controles y se han tramitado 16 denuncias. Concretamente, en motocicletas se han llevado a cabo 267 controles en carreteras convencionales, con 7 denuncias, y 124 en autopistas-autovías con 2 denuncias.

En las vías convencionales se han controlado a 94 ciclomotores, con 3 denuncias y a 253 ciclistas con 4 denuncias.

Hay que resaltar que, aunque no ha habido controles específicos sobre ellos, también se ha vigilado el tránsito de peatones por las carreteras convencionales, no habiéndose tramitado sanción alguna sobre ellos.

Con esta campaña, la Dirección General de Tráfico ha querido recordar y concienciar sobre las normas de circulación que afectan a este tipo de usuarios, con el objetivo fundamental de reducir la siniestralidad del colectivo de usuarios vulnerables en la provincia de Cuenca, y darles visibilidad, particularmente en vías convencionales, donde también están presentes y son susceptibles, en caso de accidente, de sufrir lesiones de mayor gravedad, o incluso mortales, debido a la velocidad a la que circulan los vehículos motorizados. Se consideran usuarios vulnerables a los peatones, ciclistas, usuarios de ciclomotores y motocicletas, así como a los usuarios de Vehículos de Movilidad Personal (VMP). Esto se debe a que, en caso de siniestro, reciben el impacto directamente en su cuerpo, a diferencia de los usuarios de otros tipos de vehículos, como los turismos, que están protegidos por el propio vehículo.