“La borrasca Filomena ha sido la excusa perfecta para que deje de circular nuestro ferrocarril”

Entrevista del domingo con Daniel García Rebollo, responsable de comunicación de Pueblos con el Tren

Daniel García Rebollo es alcalde de Arguisuelas, localidad conquense con menos de 150 habitantes, y responsable de comunicación de la Agrupación Pueblos con el Tren que aúna a decenas de ayuntamientos y asociaciones en defensa de la línea ferroviaria Madrid-Cuenca-Valencia, que desde hace meses está en el candelero informativo por la cesación del servicio en alguno de sus tramos desde el mes de enero que incluso no se ha reestablecido a día de hoy. En esta amplia entrevista García Rebollo nos detalla las reivindicaciones de la agrupación e incide en la importancia de la mencionada línea para muchos habitantes de multitud de pueblos de las tres provincias que no tienen más opciones de transporte que el tren convencional.

¿Qué es la agrupación Pueblos con el Tren y quién forma parte de ella?

Es una agrupación en la que están más de una treintena de ayuntamientos y más de una decena de colectivos y asociaciones que buscan luchar por el mantenimiento de nuestras vías de ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia. En estos ayuntamientos están desde los más grandes, como pueden ser Madrid o Valencia a los más pequeños, como puede ser, por ejemplo, Yémeda.

Sobre todo para los pueblos pequeños esta línea ferroviaria es el único medio que tienen para poderse desplazar.

Efectivamente, yo soy el alcalde de Arguisuelas y el único medio de transporte público que tenemos para ir a Valencia es el tren. A Cuenca tenemos autobús pero estudiantes que estudian en Valencia o Madrid han visto cómo no han podido volver a sus casas en transporte público. Es muy necesario para relacionarnos tanto con nuestra capital, Cuenca, como con la capital de España o una ciudad tan importante como Valencia.

¿Qué es lo que les ha movido a agruparse, porque ya hay otras asociaciones que están a favor del tren convencional?

Todos los colectivos que ha habido han tenido siempre un carácter más provincialista y ésta lo que busca es agrupar tanto esas asociaciones que llevan luchando muchos años como a ayuntamientos o asociaciones de otras provincias e incluso que no tengan que ver directamente con el ferrocarril pero que sí que tienen implantación en estos territorios. Agrupar y sumar fuerzas, eso es lo que buscamos en defensa de nuestro ferrocarril.

Todos los colectivos que ha habido han tenido siempre un carácter más provincialista y ésta lo que busca es agrupar tanto esas asociaciones que llevan luchando muchos años como a ayuntamientos o asociaciones de otras provincias e incluso que no tengan que ver directamente con el ferrocarril”

¿En estos momentos cómo se encuentra esa línea?

Desde el 8 de enero no circula un tren en el tramo Cuenca-Utiel, el de Cuenca a Madrid se recuperó pero el otro no. Se ha establecido un servicio de autobús que esta agrupación demandó para que estuviera activo mientras duraran las obras de reparación que se llevan anunciando meses pero que no se han puesto en marcha, pero esto este servicio debe ser algo temporal y no tenemos ninguna prueba de que las obras se vayan a poner en marcha, no hay licitaciones de ADIF, no hay nada, así que este servicio no tiene un carácter temporal porque no se sabe cuándo va a ser la fecha de fin y nadie, ni ADIF, ni el Ministerio, ni Renfe nos han sabido responder.

La fecha que me ha dado del 8 de enero es la de la borrasca Filomena y a partir de ahí es cuando decaen los servicios. 

Efectivamente, se ve que la borrasca Filomena ha hecho que una línea que según ADIF estaba en buenas condiciones haya pasado a estar intransitable, pero la realidad es que la línea lleva en mal estado décadas por el nulo mantenimiento que ha habido y ahora se han dado cuenta de que las traviesas son de madera, incluso de los años 20 y 30, que no se ha invertido ni un céntimo en ningún tipo de renovación en muchos tramos y ahora se están pagando las consecuencias de todo este tiempo que llevamos sin mantenimiento. La borrasca Filomena ha sido la excusa perfecta para que deje de circular nuestro ferrocarril porque las líneas están igual de mal que hace un año, pero entonces circulaba el tren.

¿Entienden que los daños ocasionados por la borrasca no son tales y lo que hay es una voluntad política de paralizar esta línea ferroviaria?

Aquí hay dos vertientes, una la voluntad política de cerrar la línea, algo que no es nuevo sino que viene de alguna que otra década atrás. Primero empezaron suprimiendo frecuencias de los trenes, luego cerraron estaciones, con lo que no se podían hacer intercambios y se volvía a tardar en los trenes y otra serie de medidas que han conducido a que cada día la gente viaje menos en los trenes. Que la borrasca ha influido está claro pero la realidad es que la vía no estaba bien antes de Filomena. En realidad después de cuatro meses no sabemos los daños que hay. 

¿Hay alguna estimación del coste que supondría volver a poner en funcionamiento esta línea y les han dado un horizonte temporal de cuándo se puede volver a poner en marcha?

Nosotros nos comunicamos con Renfe, Adif y Ministerio antes de Filomena, en el verano del año pasado, tras la reducción de servicios a causa del Covid que luego nunca volvieron a recuperarse. Entonces ya no nos contestaron, luego como agrupación nos hemos vuelto a dirigir otra vez para ver cuáles son los daños y el tiempo necesario para que se repare la línea y no nos han contestado nunca, esta agrupación no ha tenido un contacto con Adif más allá de lo que pueda ser extraoficialmente. En un primer momento se oyó extraoficialmente que iban a invertir 60 millones de euros, luego se han convertido en 20, que fue la cifra que dio en el Senado la portavoz socialista y ahora resulta que no hay licitación ni partida presupuestaria, no hay absolutamente nada, la inversión hasta ahora es cero.

En esta agrupación hay ayuntamientos y asociaciones muy dispares ideológicamente que hemos encontrado un punto de unión que no es otro que el ferrocarril convencional”

Esta es una agrupación integrada por ayuntamientos y asociaciones de todos los signos políticos.

En efecto, incluso entre los portavoces están Fran Domenech y Carlos Arteche, que son del PP, Concepción Monzón, que es del PSOE, o la alcaldesa de Camporrobles, que es de una coalición entre el PSOE y Compromís. Esto no tiene ningún tipo de sesgo político porque además criticamos que durante las últimas décadas todos los gobiernos se han dedicado a no invertir en esta línea y fomentar el AVE, al que no tenemos acceso desde nuestros pueblos. En esta agrupación hay ayuntamientos y asociaciones muy dispares ideológicamente que hemos encontrado un punto de unión que no es otro que el ferrocarril convencional. Y el que no quiera estar con nosotros ellos verán, por ejemplo el Ayuntamiento de Cuenca no se ha querido sumar pero eso va más allá de las siglas, porque ni cuando ha estado el PSOE ni cuando ha estado el PP han creído en el tren convencional. Aquí se trata de trabajar sin ningún tipo de ideología y por algo que nos une a todos.

El debate del tren convencional es muy antiguo. Sus detractores afirman que es un servicio que cuesta muchísimo dinero a las arcas públicas y que se podría sustituir por otro tipo de servicios que costara mucho menos. ¿Qué tienen que decir a esto desde la agrupación?

Primero, es una línea que ya está construida y hay que mejorarla, pero ya tenemos la infraestructura realizada. Segundo, estamos en el año europeo del ferrocarril y parece que queremos ir en contra del ferrocarril convencional. Tercero, tiene muchos más usos aparte del transporte de viajeros. Se ha estado hablando del transporte de mercancías, que es posible si hay voluntad política, o del uso turístico de la línea. Y en cuarto lugar es un servicio público de transporte para los pueblos. La sanidad cuesta muchísimo dinero y nadie se plantea cerrarla porque es un servicio público necesario y en nuestro caso es muy importante el valor añadido que puede dar la línea por el transporte de mercancía, el uso turístico o el derecho a la movilidad que tenemos en los pueblos pequeños que el coste, obviamente va a ser una línea deficitaria pero también porque a nadie le ha interesado que sea rentable.

¿Tienen una estimación de los usuarios que tiene esta línea?

Los datos de este año y del pasado no son significativos por la situación de pandemia que estamos viviendo pero lo que está claro es que es una línea que da servicio a muchos pueblos, y no sólo a los pueblos por los que pasa la línea sino de otros pueblos que van a los pueblos por los que pasa el tren para cogerlo y eso es lo principal

Me ha hablado de la solución temporal de los autobuses. ¿Se sentirían satisfechos si estos autobuses terminaran sustituyendo definitivamente al tren?

No, nuestra lucha es por el futuro de la línea de ferrocarril, por su mejora, por implementar valores añadidos, no por el transporte por carretera que se tiene que entender como algo temporal aunque de momento no tiene ninguna fecha de fin.

¿Cuáles son sus objetivos a corto plazo?

De una manera realista lo único que podemos pedir es que de una vez por todas los órganos competentes acepten reunirse con nosotros, que hablemos sobre el futuro de la línea, pero tiene que haber voluntad política porque a corto plazo podemos seguir en el mismo lugar en el que estamos ahora. Si Adif, Renfe y el Ministerio se decidieran de una vez por todas a hablar con nosotros creo que podríamos avanzar bastante a corto plazo, pero de momento sólo ha silencio.

Entiendo que no tienen ninguna fecha en el horizonte para esa reunión.

No, de momento no, pese a que la hemos solicitado en varias ocasiones.

¿Y qué acciones se plantean para mostrar sus reivindicaciones? Porque lo que está claro es que hay quien piensa que este servicio cuesta mucho dinero y debe tender a desaparecer.

Sí, está claro. Hace unos meses hicimos concentraciones en el mejor momento epidemiológico pero en el tema de las movilizaciones hay que ser muy cuidadosos porque seguimos inmersos en una pandemia mundial. Se están explorando otras vías de manifestación que en las próximas semanas quedarán más claras y una serie de campañas informativas que se van a llevar a cabo para darnos más visibilidad y que el mayor número posible de gente conozca la realidad de este tema.

¿Sienten que tienen un respaldo popular importante o sienten que este es un asunto que sólo interesa a los afectados?

Yo creo que el apoyo popular es bastante fuerte y creo que se vio el día de las concentraciones, obviamente es mayor en los pueblos por donde pasa la línea pero el respaldo popular es bastante fuerte sobre todo en la provincia de Cuenca. Sigue habiendo ciertas reticencias en la capital por el tema de los terrenos de Renfe y quizá por eso ninguno de los últimos ayuntamientos de Cuenca hayan querido apoyar el ferrocarril de una forma decidida, pero aún así creo que la mayoría de los conquenses apoyan el tren convencional y esperemos que en las próximas movilizaciones que pueda haber se siga manteniendo ese apoyo.

¿Es usted optimista sobre cómo se pueda resolver la situación actual?

Sí, porque sólo queda ser optimistas, si fuéramos pesimistas no estaríamos luchando. Creemos en este ferrocarril, creemos que tiene futuro y creemos que puede volver a ser un generador de valor añadido económico, social y cultura en nuestras zonas.