El 35,05% de los servicios de la línea de tren convencional llegaron retraso y el 2,46% fueron suprimidos

Pueblos con el Tren y la Plataforma en Defensa del Ferrocarril ponen en cuestión los datos del Ministerio de Transportes sobre el corredor, acusan a las instituciones locales de aceptarlos acríticamente y piden la retirada del "plan (equis)Cuenca, mientras no se realicen estudios que analicen en profundidad la movilidad de la provincia"

Según datos del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) recogidos por la Plataforma en Defensa del Ferrocarril de Cuenca, en 2019 fueron «ofrecidos» 2.277 trenes en la línea convencional Madrid-Cuenca-Valencia. De ellos llegaron con puntualidad 1.423, pero 798 trenes, el 35,05%, culminaron su viaje a destino con retraso y el 2,46% fueron suprimidos.

«Entre las principales causas registradas por el administrador de la infraestructura ferroviaria, para incumplir con la calidad con la que deben prestarse las obligaciones de servicio público, se encuentran:  1) Limitaciones de velocidad (209,9), por la secular falta de mantenimiento de la vía. 2) Esperas del operador-Renfe (245,15), debidas a la carencia de estaciones abiertas para agilizar las circulaciones u otros modos de gestión del tráfico. 3) Averías del material (134,4), uno de cada veinte trenes tuvo incidencias debido a su veteranía o falta de conservación en los talleres», explica en un comunicado la entidad.

Añaden que, si se consultan los indicadores de calidad percibida por los viajeros para los servicios de obligaciones de servicio público en Media Distancia, «con la advertencia de que, a diferencia de otros trenes, Renfe no desglosa los datos por líneas, puede verificarse que se ha producido un descenso de la calidad entre los años 2013 y 2019».

Desde la Plataforma admiten que «es cierto que, durante los últimos años, se ha producido un descenso en el número de viajeros en los servicios de media distancia convencional en toda España». Apuntan que las posibles causas sin dudas son complejas -«cambios en las pautas de movilidad, desinversión del estado en determinadas provincias, posibles malas prácticas en la gestión de las cúpulas de los organismos domiciliados en Madrid, etc.», pero insiste que, en todo caso, «carecemos de estudios que, con rigor, planteen este problema más allá de la rentabilidad económica bruta».

En ese sentido, defiende que en las últimas fechas han sido esgrimidos datos «que responden de forma parcial a la realidad, han sido ‘cocinados’ o incluso pueden ser falsos, por gestores públicos de Renfe, Adif y el Ministerio de Transporte, Movilidad y Agenda Urbana». Datos que, su juicio, «sin actitud crítica alguna, son repetidos por quienes en la provincia de Cuenca y en la comunidad de Castilla-La Mancha deben velar por el cumplimiento de la prestación de las obligaciones de servicio público en el ferrocarril Madrid-Cuenca-Valencia».

Por eso y en virtud de los principios de transparencia y buen gobierno, que deben guiar la conducta de las administraciones públicas, «desde Pueblos con el Tren y la Plataforma en Defensa del Ferrocarril Público y Social de Cuenca se demanda la retirada del plan (equis)Cuenca, mientras no se realicen estudios que analicen en profundidad la movilidad de la provincia de Cuenca».